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Y un día fue Tribunales.....

18 may 2013





Hubo una época en la que atendí mesa de entradas en un Juzgado Civil en tribunales y todo me parecía escandalosamente inútil, burocrático, extraño, obsoleto....me divertía como loca igual, porque con 19 años, uno está aprendiendo, todavía no le pasó nada, ni hay experiencia de vida que le permita anticipar todo lo que ocurrirá después. 

A esa edad sólo hay ojos para hombres, se aprende a ser más linda, al menos  a creérselo un poco, luego aprobar materias sin que el nuevo trabajo, nos quite resto y nos deje de cama sin solución... Se estudia en los colectivos, o entre horas que salieron mal. En mi caso  terminaba pasando el día en la facultad porque en lugar de elegir ir todos los días, preferí quedar reventada juntando todas las materias en dos días, y que salgan a la hora que salgan.... Entonces tenía huecos, entre una materia y otra.....ahí estudiaba. 

Como sea, me parecía que para el año, esos años "los ochenta", dejar un escrito pidiendo algo en un expediente, ponerle cargo (la fecha en que era recibido por el juzgado), pasarlo a despacho que era un estante debajo de la mesa que a las dos horas estaba repleto de lo mismo, distribuirlo por número entre los que se encargaban de hacerlo, entiéndase contestar lo que se pedía en el papelete y que el tipo volviera una y otra vez porque no salía nunca, por lo menos a dejar nota los martes y viernes(una de las reglas más importantes del juego para no quedar afuera), hasta que por fin dos semanas después, aparecía la respuesta, sacada del CPCC (Código Procesal Civil y Comercial), elemento infalible que determinaba las instrucciones del juego (porque sépanlo, es un juego de mesa, lo único que hay que saberse son las reglas) rebotado con un : "previo a todo dese vista al fiscal", por ejemplo y asi ad infinitum, era un circuito de no creer, si se piensa que en 1969 el hombre había llegado a la luna, claro en otro país, acá todos nosotros y el sistema parecíamos estar en la luna....Sin embargo, fue inolvidable... 

Disculpen me parece que Cathy esta intentando salidera de su monoambiente -es una iguana que está cerca de mi hija más chica que duerme en el sofa-(no sé que es peor haber escrito : mi hija más chica sin creérmelo, o  contarles lo de la iguana), listo, cathy la iguana  ya no puede salir, le pusimos traba de bebe...

De aquél entonces hasta ahora pasó ya mucho tiempo, y otras tantas cosas. En esencia soy la misma pero razono distinto, veo las cosas con otros colores y de verdad que los cuentos de hadas de ciudad se han vuelto bastante más complicados que aquellos que señalaban a malvados  y brujas, creando enormes pero valiosos prejuicios,  que por supuesto les facilitaban a las no muy despiertas hadas, princesas y demás doncellas reconocer básicamente quién era malo, malo y quien no (tampoco las subestimemos tanto)....Ahora, es difícil y a veces imposible identificar y definir a los personajes que lejos de aquellos otros, resultan depredadores sin escrúpulos, pero todos vestidos de traje, algunos gris topo otros azul, pero en rigor no hay nariz ganchuda, cuerpo esquelético, capas, escobas voladoras, la industrialización acabó con los detalles, y las pistas. Encima dan bastante miedo, más que un villano de cuento porque se ha generalizado la ignorancia y la estupidez, como arma digamos inconciente, porque ni siquiera actúan con un propósito claro. Perdón hay uno, pero medio al boleo : el consumo masivo de cosas como inquietud universal, que se yo un quilombo no ?.....

La cuestión es que haciendo un paralelo, estos cuarenta en lugar de hacerme sentir adulta, seria, llena de convicciones, costumbres, compromiso y criterio me encuentran hecha jirones y casi casi en un estado similar al de aquellas señoronas que me encontré al entrar por primera vez al juzgado (yo que había declarado que jamás iba a pisar una oficina, viajar, viajar, arriesgar, aventurar, conocer otras personas, mundo...), que no sólo en nada se parecían a la sexy de Kate Moss sino que se las veía gordas pero aburridas (digo esto porque he escuchado decir a algunos hombres que las gordas son cariñosas hecho que puedo probar con una certeza de casi un 99,9, y si no, son divertidísimas y saben bailar, lo destaco sin usar negrita porque aquellas señoras que me encontré en el lugar no tenían ni una de esas cualidades para compensar, ahí tenía que haber empezado a sospechar de Tribunales), a lo que cabe agregar : grises, medio extrañas y tremendamente desequilibradas, daban como de 60 con perfume de naftalina en un día bueno. 

Por supuesto, a los más chicos del lugar nos entregaban letra para chiste fácil,  nos mantuvieron entretenidos, y distanciados de la verdad, verdad hasta ahora. Con la inocente idea de que todo lo que eran esas personas y todo lo que les pasaba, lejos estaba de filtrarse en nuestra vida y transformarnos en el mismísimo clishé... Robemos letra (total el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón) y digamos así : Al punto 1) Andy y yo no teníamos pensado trabajar inmediatamente después del colegio, era  nuestro momento, nos ibamos a desquitar de tanta mala racha que nos perseguía....pero nos falló. Andy terminó llorando y yo cambiando horarios de materias a la tarde porque entraba como meritoria a un juzgado a partir de febrero....tenía 18 años..., nos separaron como nenas de colegio ! 2) Debo confesar esto : no di pelea, soldado que huye sirve para otra guerra, en esa decisión cobarde con mi amiga del alma, los gritos de mi padre fueron tremendamente convincentes cuando tocaron detalles sensibles de la vida que llevaba entonces, bajo la amenaza de perderla sino empezaba a trabajar....dijo ropa no, gimnasio no, muchos no y negoció fácil con una inexperta que no se le animó con alto argumento como dicen ahora, muy guardado en el disco rígido bajo doce claves y consecuentes contraseñas....3)Al final con Andy, igual nos las rebuscamos, de hecho el susto de ver ese trabajo en blanco y negro con rejas de calabozo,   fue desplazado por un grupo de compañeros de mi edad que me devolvió el alma al cuerpo. Me enamoré, me desenamoré, los chicos me mimaban porque era la única mujer y la más chica...todos me cuidaban. Para los abogados era una gota de aire fresco, porque durante años los que atendían la mesa de entrada de los juzgados eran hombres pero como demonios de cascarrabias, encima viejos, viejísimos como de mi edad ahora....

Pasó un tiempo en el que prudencialmente me fui adaptando y hasta le tomé el gusto al trabajo y a la facultad, y ahí apareció una chica, venía del sur, de Santa Cruz, Tania  me enseñó algo que ya me habían estado contando. Si pedís una entrevista con el Juez para que te permita entrar de meritoria y le decís -ponderándolo mucho- que cursaste materias con él,  y acompañas en buen timing toda la actuación te deja probar....Iuuuuujuuuuuuuuuu Andy ??????? Entonces improvisamos y Andy, entroooo al infierno conmigo.

 Nos iban a cocinar a fuego lento pero nos salvo mi papá, y ese discurso suyo tan imperativo, eso de no boludear, ponerle garra y esmero desde el  principio  no caer en la frivolidad fatal de esa edad (ahi dudo un poco, nos merecíamos un poco de joda)....al final resultó conveniente y oportuno porque nos dio resto, yapa, changüi, ventaja ....cachai ? Y tuvimos aplomo para sobrellevar quilombos varios, eso que siempre describen como contingencias laborales, que en realidad deben describirse como atropellos laborales.

 Ahora, a punto caramelo, entendimos todooooo y estamos a esto de apagar el horno, cerrar la llave de gas, cortar la luz.......y huirrrrrr. Beso para todos. Buenas Noches (esta vez pesco sin anzuelo.....esta vez les hago el cuento para no olvidarmelo yo).





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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo