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Isabella tiene que volver.....

26 feb 2014



Isabella tiene frío y una gripe feroz. Fiebre. Angustia. Perdió la ilusión.....Pero no va a dramatizar, porque sería vergonzoso después de conocer por TV a Bautista y su mama, que desde Tucumán vienen al Hospital Garraham para el tratamiento que necesita el pequeño que padece una enfermedad rarísima "huesos de cristal". Si, tal como en aquella película de Shyamalan, que acá se estrenó como "El protegido" e irónicamente su título real es "Unbreakable", con Bruce Willis y Samuel L. Jackson......La Obra social, le dió 300 pesos para viajar y 25 pesos para gastos diarios....una cargada.........Piensa en esa mujer que lleva todos los días al niño al Hospital y viaja no se cuántas veces al año para que lo controlen.....Entonces a Isabella se le ocurre que jamás podría hacer lo que hace aquella mujer, aunque a veces piensa que le han pasado cosas peores y las sobrellevó igual, así como ella, sin darse cuenta. 

Justo ayer un amigo de su papa, tuvo el desafortunado tino (porque ese era el momento de hablar y no otro), de contarle muchas cosas que presentía sobre él (su papa, ya muerto) pero que no había vislumbrado del todo como las verdades que brotaron con nostalgia del corazón de aquel hombre, que terminó lagrimeando en un  Petit Colón precioso, el de siempre entre Libertad y Lavalle, sobre un cortado chico y otro en jarrito, obligando a Isabella a apartar la vista y contener un volcán en erupción, de sentimientos que pensaba superados......

Para Isabella, la muerte es un susto del que no puede reponerse. Algo absolutamente inconcebible. Hasta no hace mucho, era solo un juego (bueno esta bien ustedes ganan, hace mucho), ella actuaba frente a sus amigos unas muertes estupendas, mientras jugaba a sus 9 o 10 años a policías y ladrones, o hacían persecuciones en las que se disparaban una y otra vez hasta que ella caía herida y venía corriendo su enamorado de turno que hacía que la curaba y le deparaba toda una suerte de mimos francamente merecidos por una excelente actuación para los premios Goya, pero especialmente para sentir el roce de sus manos sobre su cara y su supuesta herida. 

Entonces, morirse era la posibilidad de un beso adolescente o un rescate de película, una trampa para la torpeza de chicos de 12 años que todavía no descubrían el regalo que podía significar la muerte cándida y bien actuada de un ejemplar femenino de su misma edad, esperando el beso salvador que alguna vez le dieron a Aurora, la bella durmiente. Lástima que a esa edad, los chicos reciben cosas de chicos, y las historias de princesas y cuentos de hadas no son su metier, y toda la destreza y la habilidad de la que son capaces hay que esperarla hasta los 13 o 14 años, con muchísima suerte....  

Isabella hasta ahora ha sido una ignorante de la muerte y sus inestables consecuencias. No porque fuera insensible al sufrimiento ajeno, porque obviamente es algo que sucede todo el tiempo, sino porque francamente tal vez como un mecanismo de defensa era asunto de otros y nada había que aprender hasta que ocurriera. Y sucedió, cayo como bólido en plena noche, sin más.....

Lo peor fué,  que  se le  escabulló dentro del cuerpo y transformó su vida, en un estado de alarma permanente. Esa muerte, la borró, dejó de ser quien era, y solo quedó en ella algún rastro de lo que creyó y pretendió ser. Ahora ha tomado forma de marioneta, y actúa tratando de cumplir los deseos de otros,  ha ganado en fragilidad y solo tiene miedo  y desconfianza. La muerte, la maneja a su antojo.....O ella no era todo lo adulta e independiente que creía ser y ya sabe que no se trata de actuarla en un juego de niños.....o tal vez si está interpretando una actuación  maravillosa, tal vez la mejor, esa que como entonces busca el abrazo que no suelte, pero los niños han desaparecido, y los adultos han perdido la frescura de los abrazos para estas contingencias......solo son saludos protocolares y serios con cara de señores mayores que han dejado de actuar espontáneamente en estos casos ......se atan de lleno a un guión sin guiño simpático ni improvisación. Sépanlo "lo siento mucho" es nada, y lo que sigue es menos. Un abrazo enorme que contenga un poco de llanto cada tanto apacigua.....

El amigo de su padre, la conmueve, es un hombre simple que siempre fue muy leal a la familia y el único que la llama porque conoce su problema, quiere ayudarla a salir. Ese día, no era especialmente bueno para buscar contactos, acababan de ser las elecciones en el Consejo de la Magistratura y él pensaba que la Secretaria de presidencia- a quien había conocido en fiestas ocasionales - tenía la influencia que Isabella presentía que no era tal, por su propia experiencia en un cargo parecido. Pero quiso creerlo. Le bastó verla, y a las siete u ocho colillas de cigarrillo sobre un cenicero junto a la computadora, más el que tenía ya encendido mientras preguntaba si les molestaba (y si, claro que les molestaba pero dijeron al unísono que no) que fumara mientras conversaban. Estaba preocupada por ella misma, era lógico que no estaba firme en su cargo tenía Jefe nuevo, en ejercicio de la presidencia del Consejo. 

Lejos de Kevin, el acertadísimo y letal Spacey, en House of cards, se acercaron a la persona con menos poder  e interés, de todos aquellos con los que Isabella había hablado. Eso, sumado a una elocuente  falta de ejercicio político y diplomático para moverse con inteligencia y picardía en aquellas aguas, le hizo notar a Isabella que se había apresurado como el ahorcado en el último minuto, cuando nota que ya todo es irreversible. En ese momento el cielo se iluminó se le hizo claro, y le enseñó que no había hablado seriamente con quien tenía que hablar y cuando lo hizo no supo pedir o negociar, simplemente por falta de decisión. Fue más lejos todavía cuando al único tipo con poder, aunque con razón le mandó un mail en el que lo sermoneó por meterla en un posgrado en el que imperaba el engaño y la pérdida de tiempo, pero solo por la sensibilidad de ella, los demás siguieron a los tropezones pero no abandonaron.....Nunca más supo de él. Y por un momento, pareció tener el poder para sacarla de todo eso.....

La secretaria,  desde el comienzo hizo el gran pase Poncio Pilatos y la mandó primero a hablar con sus propios camaristas, personajes principales, con el protagónico absoluto de una película de terror, después con la superintendencia de la Cámara y al final con una camarista amiga de ella, a quien podía hablarle del problema de Isabella, que entre nos cual era ? Ah, les aclaró que cualquier tentativa de denuncia por acoso laboral  o sexual, nunca prosperaba que no tenía sentido alguno que la iniciaran a pesar de ser ese el organismo encargado de tales menesteres.....Isabella y el amigo de su padre, se miraron en silencio y se comprometieron a seguir los pasos que ella les indicaba. Cuando salieron, él le invitó otro café....Isabella estaba cansada pero aceptó. Le contó historias de su niñez, que no recordaba, gestos extraordinarios de su padre con la gente y especialmente con él.....las mujeres en la vida de su padre y algo que sí sabía y que a él le producía una extrema admiración : el terrible maltrato que sufrió en su niñez en manos de dos padres, que fueron incluso en la vida de Isabella tremendos personajes que se merecen un papel en su propia historia: sus abuelos paternos. Su padre, no se les pareció nunca en nada y ya de grande la mirada que tenía sobre ellos era de pura comprensión y los extrañaba.....eso es lo que recuerda Isabella, lo mucho que hablaba de ellos con insólita fascinación como si de pronto hubiese comprendido de que se trataba todo....como en la última novela que leyó de Ian McEwan : Chesil Beach. Brevemente les cuento la trama : Edward y Florence van a pasar su noche de bodas en un hotel junto a Chesil Beach, una playa de guijarros de distintas formas y texturas.....y lo que sucede esa noche entre estos dos inocentes, estos jóvenes esposos, de una clase social y unos años donde hablar sobre problemas sexuales era imposible, es que terminan separándose por considerar importante algo que a la larga no lo era..

Al final de la novela, Edward recuerda esa noche en que tanto lo ofendió el temor de ella, ya habiendo pasado una vida completa :"Cuando pensaba en ella lo hacía con cierto asombro de haber dejado escapar a la chica del violín. Ahora por supuesto, veía que la propuesta retraída de Florence era totalmente intrascendente. Lo único que ella, había necesitado era la certeza de que él la amaba y la tranquilidad de que él le hubiera dicho que no había prisa porque tenían toda la vida por delante...... Al final y aún tratándose de otras circunstancias, porque Isabella piensa en esos abuelos tan egoístas.....su papa supo con certeza y muchos años después que nada de lo que había ocurrido entonces tenía la trascendencia que él le había dado, reconocía lo implacable de la juventud para juzgarlo todo como si eso les diera alguna certeza en su vida, colocar las cosas en algún lugar.......Y es ahí, cuando Isabella piensa en su padre añorando a los de él, y recordando con una sonrisa los mil quilombos en los que ambos se metían constantemente.

 A los 71 años, quería estar con ellos. A los 71 años había logrado crecer en humanidad...

Isabella, ahora lo extraña más que antes. Daría lo que fuera para que se lo devolvieran. Escucharlo decir que todo está bien y  que nada es tan terrible.........Que le ofrecieran un día más almorzando en Edelweiss, a pura carcajada sobre los problemas de la sala......porque papa, te cuento que ya no hay más plenarios, se acabaron las peleas entre los 39 camaristas.....sin duda estarías más tranquilo...Buenas Noches

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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo