Sépanlo, divorciarse puede ser un mal negocio o uno bueno, todo depende. En el caso de Lily, puede ser un golazo, barato según algún que otro abogado, siempre y cuando baje los brazos, y deje a dos adolescentes furibundas -como se debe a esa edad-, disfrutar de absoluta libertad. Claro, todo ello, propiciado por otras circunstancias : padre flexo en tareas de padre, al que todo el camino se le allana y no siente verdaderamente de que se trata el asunto, que para esta mujer sola es muy distinto, porque ella debe criar a esas nenas que todavía, están peleando por construirse tomando lo malo, o lo bueno que ven a su alrededor, y que madre tampoco sabe con un trabajo a cuestas, - poco gratificante-, enseñar una impronta de mujer a la que esas dos personas/es, quieran parecerse o sin darse cuenta tomar lo mejor que ella les puede ofrecer. Entonces qué hace ? abandona, y no las expone a que en la cabeza se les haga un tornado intermitente que no sabe para donde se moverá (seguramente no para la tierra del maravilloso mago de oz y la pequeña Dorothy Gale en Kansas), y espera con fe en Dios, las brujas, los seres de luz, y otros mitológicos como thanos y Ultron. Siempre dice que si, pero no por abaratar costos, sino porque abogados, y psicólogos se lo imponen como una estrategia que cargada de paciencia a la larga hará que todo pase, que la cosa fluya, y los benditos seres de luz, acaben con la tormenta atroz por la que están pasando estas nuevas adolescentes, suponen que extrañarán a Lily y voilá !, de pronto tomaran conciencia de quien es quien, vean desde una terraza todo con una claridad que les pegue un sustazo por lo evidente, y regresen con su mamá, sin perder por eso a su papa. Después de todo cada uno carga con su propio pesar.
Pero a Lily esto no le sale.Por un tiempo lo sostiene, pero la cosa está instalada en su cabeza y vuelve. Simplemente porque es mujer y así funciona. Cómo ?, como lo hacen todas las mujeres con una gota de chisme sobre otra, arman un mundo, un puterío que termina en algo peor que lo que seres mitológicos puedan hacerse mutuamente, manejando más la emoción que lo racional. Imagínense que según decía un conocido médico hoy contra lo que piensa la mayoría, las mujeres no son menos retentoras que los hombres en cuanto a orina, pipí, se trata, es exactamente al revés son más retentoras que los hombres, sin embargo hasta para eso hacemos más circo, ya sea porque nos da asco hacerlo apoyando la cola en determinados lugares, porque depende lo que llevemos puesto, hay que desempaquetar todo antes de hacerlo, hasta han creado una especie de conos parecidos a los mingitorios masculinos para apresurar un poco el asunto. Eso piensa Lily las vueltas que las mujeres dan para todo !!!
Lo otro que descubrió Lily, es que según voces varias, somos una máquina de quejarnos, tanto con maridos, ex, novios, hijos etc...es tal la ira y la dramatización en cuanto a obligar a alguno de ellos a hacer alguna tarea doméstica, que conseguimos exactamente lo contrario. Hay un libro de un tal señor Rafael Santandreu, que lo resume todo en su "Arte de no amargarse la vida". Si, autoayuda, hasta eso le regalaron para que deje de sufrir por todas/todos y todes. Y el hombre, finalmente resulta gracioso en sus moralejas. Explica como hacer para sacarle peras al olmo, se entiende no ? y en sintonía con una excompañera de trabajo que le decía "hay que aprender a desdramatizar el cuerno ", él explica suscintamente cómo hacerlo. Habla "del fenómeno de la cola del pan". Y cuenta que todos hemos tenido que hacer colas para comprar tanto el pan como cualquier otra cosa, y justo cuando nos toca el turno, alguien se nos quiere colar, y ahí nomás se inicia una pelea y vaya saber quien la gana. El autor, un marvel de la autoayuda propone hacer al revés. Manipular al otro sin ser notado. "Señora estaba yo antes, pero no importa un minuto más o menos es lo mismo", y que sucede : la señora insiste en que es ella a quien le toca y que no se coló de ninguna manera, y tampoco tiene problema por un minuto más o menos" Voilá!.
Sin embargo, a riesgo de cansarlas Lily, insiste en una anécdota muy parecida y muy femenina. Dos mujeres peleándose por la rebaja en una prenda en un local conocido, tal es el énfasis que se le da a obtener la prenda que en el ring, tratándose de una pelea entre mujeres, el round no dura más de dos minutos, y después de algún uppercut, combinado con un buen derechazo, una de las dos cae y pierde por nocaut. Cuando la otra llega a casa, observa lo que triunfadora piensa que ha ganado y se encuentra con la sorpresa de una camisa espantosa que de no ser por la fiebre de llevarsela ella, , jamás se la hubiera comprado, porque no usa ese tipo de ropa. Es genial !
En eso envidia a los hombres, que pueden darse una paliza, sin pensar en nada mientras golpean al otro hasta que uno de los dos se cansa. Se detienen y vuelven al vino, al asadito, al picadito de fútbol. Si alguien pregunta, ninguno de ellos recordará la razón de la trifulca, y aún si lo hacen, en breve la olvidarán y no habrá reproches mutuos.
Por eso Lily, se ha hecho fanática del boxeo, sabe de golpes, de rounds, de jueces, del uncount y otros tecnicismos, ya quisiera ella, tener una diestra privilegiada, para un derechazo feroz a la cabeza o el abdomen de su oponente, para que la adrenalina corra veloz por su cuerpo y la haga olvidar la razón por la que empezó la pelea. Por ahora se conformaría con un sparring que la entrene, porque duda que las mujeres que se han empoderado con la violencia de género y otras cuestiones frente a los hombres, dejen en el fondo de envidiarse, dramatizar, y exagerar cuestiones que las llevan a odiarse en singular, incluida la pobre de lily, a la que sin duda este tiempo en su casa enferma, le ha enseñado muchisimas cosas. Una de ellas que siguiendo con la igualdad de género, en Las Heras un pueblito al sur de Argentina, "La locomotora Olivera", será la primera mujer en la historia, en pelear a doce rounds de tres minutos, un título del mundo.....pero todo sea por la igualdad de géneros, los golpes bajos seguirán multiplicándose entre nosotras. Buenas noches.
Pero a Lily esto no le sale.Por un tiempo lo sostiene, pero la cosa está instalada en su cabeza y vuelve. Simplemente porque es mujer y así funciona. Cómo ?, como lo hacen todas las mujeres con una gota de chisme sobre otra, arman un mundo, un puterío que termina en algo peor que lo que seres mitológicos puedan hacerse mutuamente, manejando más la emoción que lo racional. Imagínense que según decía un conocido médico hoy contra lo que piensa la mayoría, las mujeres no son menos retentoras que los hombres en cuanto a orina, pipí, se trata, es exactamente al revés son más retentoras que los hombres, sin embargo hasta para eso hacemos más circo, ya sea porque nos da asco hacerlo apoyando la cola en determinados lugares, porque depende lo que llevemos puesto, hay que desempaquetar todo antes de hacerlo, hasta han creado una especie de conos parecidos a los mingitorios masculinos para apresurar un poco el asunto. Eso piensa Lily las vueltas que las mujeres dan para todo !!!
Lo otro que descubrió Lily, es que según voces varias, somos una máquina de quejarnos, tanto con maridos, ex, novios, hijos etc...es tal la ira y la dramatización en cuanto a obligar a alguno de ellos a hacer alguna tarea doméstica, que conseguimos exactamente lo contrario. Hay un libro de un tal señor Rafael Santandreu, que lo resume todo en su "Arte de no amargarse la vida". Si, autoayuda, hasta eso le regalaron para que deje de sufrir por todas/todos y todes. Y el hombre, finalmente resulta gracioso en sus moralejas. Explica como hacer para sacarle peras al olmo, se entiende no ? y en sintonía con una excompañera de trabajo que le decía "hay que aprender a desdramatizar el cuerno ", él explica suscintamente cómo hacerlo. Habla "del fenómeno de la cola del pan". Y cuenta que todos hemos tenido que hacer colas para comprar tanto el pan como cualquier otra cosa, y justo cuando nos toca el turno, alguien se nos quiere colar, y ahí nomás se inicia una pelea y vaya saber quien la gana. El autor, un marvel de la autoayuda propone hacer al revés. Manipular al otro sin ser notado. "Señora estaba yo antes, pero no importa un minuto más o menos es lo mismo", y que sucede : la señora insiste en que es ella a quien le toca y que no se coló de ninguna manera, y tampoco tiene problema por un minuto más o menos" Voilá!.
Sin embargo, a riesgo de cansarlas Lily, insiste en una anécdota muy parecida y muy femenina. Dos mujeres peleándose por la rebaja en una prenda en un local conocido, tal es el énfasis que se le da a obtener la prenda que en el ring, tratándose de una pelea entre mujeres, el round no dura más de dos minutos, y después de algún uppercut, combinado con un buen derechazo, una de las dos cae y pierde por nocaut. Cuando la otra llega a casa, observa lo que triunfadora piensa que ha ganado y se encuentra con la sorpresa de una camisa espantosa que de no ser por la fiebre de llevarsela ella, , jamás se la hubiera comprado, porque no usa ese tipo de ropa. Es genial !
En eso envidia a los hombres, que pueden darse una paliza, sin pensar en nada mientras golpean al otro hasta que uno de los dos se cansa. Se detienen y vuelven al vino, al asadito, al picadito de fútbol. Si alguien pregunta, ninguno de ellos recordará la razón de la trifulca, y aún si lo hacen, en breve la olvidarán y no habrá reproches mutuos.
Por eso Lily, se ha hecho fanática del boxeo, sabe de golpes, de rounds, de jueces, del uncount y otros tecnicismos, ya quisiera ella, tener una diestra privilegiada, para un derechazo feroz a la cabeza o el abdomen de su oponente, para que la adrenalina corra veloz por su cuerpo y la haga olvidar la razón por la que empezó la pelea. Por ahora se conformaría con un sparring que la entrene, porque duda que las mujeres que se han empoderado con la violencia de género y otras cuestiones frente a los hombres, dejen en el fondo de envidiarse, dramatizar, y exagerar cuestiones que las llevan a odiarse en singular, incluida la pobre de lily, a la que sin duda este tiempo en su casa enferma, le ha enseñado muchisimas cosas. Una de ellas que siguiendo con la igualdad de género, en Las Heras un pueblito al sur de Argentina, "La locomotora Olivera", será la primera mujer en la historia, en pelear a doce rounds de tres minutos, un título del mundo.....pero todo sea por la igualdad de géneros, los golpes bajos seguirán multiplicándose entre nosotras. Buenas noches.
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