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Un chaman, dos fantasmas y una entidad...era eso parece

14 nov 2020


 

Ahora que estoy más sola que loca mala, y los gastos con la pandemia y sin hijas en la casa, han mermado considerablemente, he hecho de un hogar lleno de recuerdos, que no siempre es bueno tener en formato portarretratos, muebles de hace veinte años, etc., un lugar en el que solo se respira presente, otro camino, hacia otro futuro.  Sino hiciera eso, la maldita nostalgia, disfrutaría revoleándome al piso con una buena toma hasta que quedase absolutamente deshidratada y vacía. Pero ojo !, yo también tengo lo mío, después de años de titanes en el ring, me se todo de lucha, ( tanto vitorear al caballero rojo : "Caballero rojo, es intrépido y leal, es valiente y es genial"), así que me paro, le asesto, una patada de canguro, y cuando la tengo en el piso, le mando una flor de tijera al cuello, le pego a la tristeza con su propia fuerza. 

Pero, si esto terminara con una buena toma, reflejos intactos y algo de talento como el que tiene "Beth, en la serie Gambito de Dama", una ajedrecista -mujer se entiende- a la que los hombres temen, no tendría nada que contarles. Presten atención, hete aquí la historia....


Había una vez una joven de unos casi cincuenta años, con la energía de unos 20, quien luego de varios entuertos y otras complicaciones de la vida, había decidido cambiar un viejo aire acondicionado que nunca funcionó por uno nuevo, (le decían que guardar cosas rotas, era otra espeluznante vía de seguir atrayendo mala suerte a su vida), así que apenas vio la oportunidad, consultó con su electricista amigo, y a eso de las tres de la tarde ya lo tenía en su casa, colocando el aparato (sonó mal pero no lo puedo decir de otra manera). Me quedo cerca de él mientras estudio alemán. Apenas me concentro un poco, él, al que le da por hablar y hacer bromas, intenta iniciar un diálogo. Me ve concentrada pero insiste, hasta que abandono, derrapo y le doy el gusto de prestarle mis orejas, conversamos. Me pregunta cómo ando, todos saben que como la mona (hasta en el alemán que comencé a estudiar me va de floja para abajo,  nunca tengo rachas de dos días seguidos en las que aparentemente de tanto estudiar ya podría ir especulando con mudarme a Berlín). Digamos, que  en estos últimos años, mis problemas se han vuelto internacionales (alguien se va a sentir mejor con esto -mal de muchos consuelo de tontos- dicen). Y claro mi electricista, también lo sabe. Me dice -"se te nota la tristeza en la expresión de los ojos, pero por sobretodo la derrota, como que te acostumbraste a cierto tono o nivel que puede atraer aún más las malas vibras", - "Mirá capaz te vas a reír de lo que te voy a decir"-"Decilo, si me hace falta algo, es que me hagan reir". Yo soy chamán me dice, mi sobrino ve gente muerta, tiene un don, (no se lo dije, pero capaz que cree que no conozco a Shymalan), el ve seres y entidades, que no siempre son gente muerta, son otra cosa, demonios que atravesaron un portal y vienen del infierno. El los ve, yo me transformo en otra cosa y los saco de las casas. Para mi, todo esto que te pasa tiene que ver con eso, si querés te aviso y un día, tirando a la nochecita que es cuando los ve mejor, venimos los dos con mi sobrino. Que pude haber contestado ? seeeeee. Probemos con todo, y eso que todavía no tengo turno para constelar porque no estaba armada la agenda del mes que viene.


Un viernes, me cae el whatsapp de Pablo :"Hola, hoy podemos ir, te parece a las siete ?", aplausos, adrenalina, mi cabeza que gira de placer como en montaña rusa, pego un alarido de contenta que lo asusta ! "ok, a las siete estamos ahí". A la hora convenida, aparecen, Pablo en su carácter de chaman, ya no como electricista, y un chico casi de su altura, 1,80 pongámosle, con varios colores en el pelo. Margarita y yo somos toda Bienvenida (Auf Wiedersehen). Una vez dentro, el chico -flaco y desgarbado- se pasea por toda la planta baja, se miran, y  el jovencito de amarillo verdoso, me dice "debe ser por tu perra, acá abajo no hay nada, eso si, vos estás trabajada, tenés un aura negra alrededor de tu cuerpo como una sombra (con lo que me gusta vestirme de negro!). Preguntan -podemos subir ?, si claro, los acompaño y cierro la puerta de la escalera para que la bretona no suba. Me quedo sentada en uno de los escalones más altos, los dejo entrar a mi habitación, 5 minutos después sale pablo -"Hay un fantasma en tu cuarto, no te asustes, en realidad es un demonio, escucho al chico hablar, Pablo sigue, es malo dice mi sobrino, te lo pusieron para joderte,  tiene una remera azul, jeans raídos y el pelo rasta. El mismísimo "Bob Marley está en mi cuarto, por qué va a ser malo ?". Sonrisa - no, es otra persona, lo describe por si lo conocés, no le puede sacar palabra (para mis adentros pienso "y si le dice que cante "Woman don ´t cry", me arrepiento mejor ni lo propongo). Entran al cuarto de una de las nenas, y los escucho hablar a los dos, acá tardan más. Pablo se asoma apenas, "hay un nene acá, está perdido, no te conoce, afirma que los padres de él si, que venían mucho a visitarte". Como en el caso anterior me lo describen, 5 años, rubiecito. Respuesta : ni idea. Ahora sale el sobrino, me mira asombrado y me cuenta, que el nene está acá obligado por una entidad superior a él y al que está en tu cuarto, para hacerte mal, él no quiere, pero no sabe como salir. Se pone más serio y me dice "La entidad que los maneja es peor que la de tu cuarto", ahora no está, seguramente se fue, porque aparecimos en escena. No me pregunten por qué pero me acuerdo de "Brigada A", (todo delata mi edad, pero no me importa, quién más tiene fantasmas en su casa ???). Entonces escucho hablar a Pablo y tratar de calmar al nene. "Vos quedate acá, que está lleno de juguetes, disfruta, ese demonio no te puede hacer nada aunque no cumplas  lo que quiere que hagas, te tiene engañado". Sale del cuarto serio, y los dos me piden entrar al otro cuarto y luego al altillo. Parece que el altillo está tomado por la entidad, que no está, no saben por qué, les sigue pareciendo que es por la presencia de ellos.


Al rato volvemos todos abajo, se comprometen a regresar para sacarlos, me piden que me de un baño con agua tibia, albahaca, ruda macho, lavanda, una cucharada de miel y colonia inglesa, durante tres días. "Después nos llamás, me dice Pablo y venimos a sacarlos", sino queres llevar a la perra a dormir con vos, te paso una música de you tube que las presencias aborrecen, y la ponés antes de irte a dormir. Los despedí con mi mejor sonrisa. Puse la música que me dejó, era horrible, hasta yo de escucharla correría lejos si no puediera apagar el audio.


Me da curiosidad son las 9 de la noche, entro al cuarto de la más chica, si ningún miedo (ojo ellos, antes de irse me pidieron que no me sugestionara), "Che enano donde estás, mirá que yo de chica era babysitter", "en este cuarto tenemos de todo para jugar"....nada, silencio de tumba. Un poco más preocupada entro a mi cuarto. "Querido Bob, no te enojes, ya sabés como es la gente, hay algunos pocos que escucharon la letra de tus canciones -viven y dejan vivir- canta todo lo que quieras, y la entidad esa, de donde salió?", nada no tengo poderes paranormales, hago puchero, cierro los ojos, me enfoco, nada, miro la mancha de humedad arriba en el techo y pienso cuanto me va a salir arreglarla. Me retiro.


Después de cenar miro una serie de terror que me tiene atrapada "Chambers". Cuando me voy a acostar, chusmeo pinterest y se me aparece esta frase : Las casas, son epitafios, ecos de la gente que alguna vez vivió ahí. Me acuerdo que el viernes trece tengo turno con el oftalmólogo, casi me quedo ciega otra vez, cuando una loca del trabajo que ni me conoce, me empezó a hostigar, esa chica da miedo porque tiene poder, lo que la pobre no sabe es que a mi el único poder que me puede llegar a hacer mella es el de dos fantasmas y una entidad. Tiremos las cartas otra vez mi querida, yo siempre tengo un as en la manga, para sus  rabietas pura banalidad.


Dicho eso, decido irme a dormir, pero con mi bretona zanahoria, pongo unas toallas viejas, ella sabe donde acomodarse. Nos dormimos sin música. y de la nada a eso de las tres de la madrugada, se encienden unos parlantes abajo a todo volumen. La bretona salta de la cama y corre abajo, yo semidormida, no entiendo bien que pasa, pienso que hay fiesta en la casa de enfrente otra vez, me desubico pero sigo a la perra. La encuentro sentada frente a los parlantes, me ubico, están a todo volumen, los tomo, no veo bien, hasta que descubro que donde dice on-off, la tecla está en on, la paso a off. Se apaga todo. El corazón me late fuerte, subimos. Nos dormimos dentro de la película.

Hace días que la perra me acompaña a todas partes, mientras esperamos que Pablo vuelva. Yo invoco la lengua alemana, que es sajona, después de mirar outlander, todo puede ser. Bitte, nicht. Auf wiedersehen.

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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo