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Asi, no es como acabará mi historia

10 abr 2020



Ella durmió con Pipi, porque anoche tronaba y llovía, ojo el miedo, lo tiene la perra, pero solo cuando hay tormenta. No quisiera ser un ladrón, porque ahí si, se le prende a la yugular como el pitbull del buenmocisimo Brad Pitt, en la película "Había una vez en Hollywood", la miraría una y otra vez, nunca se había reído tanto. Envidia el talento de Quentin Tarantino, en general envidia el talento de los otros, lo reconoce, debería haber sido editora o cazatalentos. Pero desgraciadamente trabaja en el Poder Judicial. Un lugar oscuro, con matices de gris, sin color, con un tufo parecido al que uno se imagina más propio del infierno. 

Por eso, por ahora adora esta cuarentena, está distanciandola cada vez más de ese lugar. Hoy aprendió un par de cosas, lavó su baño, los platos de la cocina, como siempre en el baño de las chicas, y hastiada de todo el asunto de la pileta tapada, llamó a un plomero, de lo más pirata. Y Ella es mujer, esta sola, no tiene la más remota idea de lo que le puede pasar a la casa que se inunda, de modo que es capaz de pagarle cualquier cosa. Eso sino lo saca a patadas en el culo. La cuarentena también la cambió, en ese sentido, le importa cada vez menos gente, y aunque le encantaría tener una libretita de remates,  ya no los necesita. Ahora dice monstruosidades a tiempo !!!. Está orgullosa. Va tirando lastre.

Recién sorprendida, escuchó tres mensajes que dejó una amiga que está internada con un cáncer galopante. Le empezó a contar la historia de su vida, en otra parte del Poder Judicial, la "OVD", oficina de violencia dómestica de la Corte. Y justamente Ella queria que le contara todo lo que había pasado.

La conoció,  cuando la llamaron para ser Secretaria interina del Juzgado en el que trabajaba Justina, fuero de familia. Ella, no quería saltar a ese cargo, porque sabía que era el peor en trabajo y preocupación que uno puede tener allí. Fue asustada unos días antes de comenzar, a conversar con la secretaria que se iba a ir con licencia por un tiempo, nunca olvidó la conversación, le abrevió la solución de algunas situaciones comunes por las que seguramente iba a pasar, pero después inesperadamente la puso solapadamente en jaque. "También quería decirte, que acá hay un chico que estaba muy preparado para este puesto, y merecería que se lo nombrara efectivo", no es muy simpático pero si necesitas ayuda con la computadora que tiene una maña lo llamás y te ayuda, lo mismo con el resto de las cosas. Su cara agradeció, su voz no tuvo remate, salio como la nena inconciente que pensaba que era, furiosa por no haberle pegado al menos una cachetada por ser tan yegua con una chica, sin maldad entonces. Absolutamente preocupada por su perfomance, transparente y atenta, durante la conversación. Esa mina,  no solo llegó a ser jueza, sino que se casó más de una vez, lo que le dio una perspectiva de comportamiento en el PJ, "Ser garca, garpa".

Lo que pasó luego, cuando empezó a desenvolverse allí, con poca experiencia en cuestiones de familia, pero mucha calle en el manejo de un juzgado, fue bizarro, agotador y traumático. El chico del que le había hablado, no solo no tenía simpatía alguna, sino que el par de veces que le quiso preguntar algo la trató con la empatía de una vaca comiendo pasto.

Finalmente se alzó gallarda, la maña de la computadora era una tontería, se quedaba con Justina hasta altas horas de la noche, resolviendo lo que podía, se arreglaba sola, la jueza raras veces aparecía. Y cuando llegó el momento de definir, pateó serena fuera del arco y le dejó el cargo al sorete de turno. Eso muy a pesar de lo que todos habían llegado a quererla y respetarla. Respiró, solo quería volver a casa con sus hijas.

Mas tarde Justina le contaría, que cuando la Jueza ascendió a camarista, y la secretaria a Jueza, apareció un juez o una jueza, no recuerda bien, que hizo estragos con ellos, muchos enfermaron, se jubilaron otros, pero creo que de acuerdo a la descripción del apocalipsis de ese juzgado, el Juez no tenía nada que envidiarle a "Negan", un maravilloso villano de la serie "The Walking dead", quien sin embargo sabía lo que hacía y ocultaba un corazón enorme. Por eso ella se aferra a los clishes, después de los miles de reproches de su familia, y marido entonces por no haber aceptado el cargo, de alguna forma se salvó. Porque como dice la cosa "lo que pasa es lo mejor".

Justina le contaría esta historia mucho tiempo después, asombrada porque la Jueza que se fue de camarista conociendo a su mamá, no le tendió una mano entonces, ni a ella, ni a otros. Ahí viene el segundo clishé, "a lo largo de la vida conocerás muchas máscaras, y muy pocos rostros".

Esto es sólo una anécdota de lo que ha sido su vida hasta ahora. La pandemia la está salvando, está por cumplir 49 años. Todas las noches se duerme pensando en aquellos que ama, sus hijas y tal vez él. Lo mismo cuando despierta. Hoy al despertar, recordó lo que había soñado en la noche, que se iba de la ciudad a un pueblo, en el mismo trabajo, pero lleno de siestas, flores, pájaros, campo, sol, cielos estrellados, en la casa perfecta, con el amor de su vida, y sus nietas corriendo entre viñedos, hamacándose en gomas colgadas de árboles enormes, o andando en bicicleta, curioseando, pescando, mientras ella les cocinaba galletitas, bizcochuelos o budines caseros.

Eso es lo que quiere para su final....Eso que leyó su profe, en el taller literario, con todo el resto de cosas que le mostró, volver a vivir recuperar el potencial de todos sus sentidos. Y por fin, cumplir con esto que leyó, como al pasar : "Quiero esa fé de los pájaros cuando se arrojan al aire".......

Está decidida, va a empezar otra vez, pero como ella quiera, porque después de todo, la vida es suya, es asombrosa y no vino aquí para llorar, o que la lastimen, ya es una adulta que sabe lo que quiere un "Daryl, robado de película con guión incluido"......jajajajaja 

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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo