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Había un hada que se llamaba Amelia

26 jul 2021





Esta historia, como fue la primera, debió haber empezado así, había una vez una nena que creció entre cuentos de hadas, pero en lugar de aldea o castillo  hoy, ya adulta consumada contara sus propias historias  desde el suburbio donde anida, y seguramente desde la ciudad donde trabaja.

Se reconoce como hada, pero  suburbana porque su vida transcurre en un barrio de Buenos Aires, y necesita mucha magia o si quieren algo mas terrenal,  para sobrevivir a sus días, y la rutina, le es imprescindible ser un derroche de imaginación y creatividad, porque finalmente eso es junto con el sentido del humor lo que le va salvando la vida entre días muertos de aburrimiento a veces, vértigo desmesurado otras, nervios, niños, adultos, adultos dragones, pocos caballeros, muchas madrastras malvadas, muchas malvadas, muchas hermanastras caprichosas, pocos animalitos marca Disney, poca carroza, mucho cartonero, pero eso sí no le falta un solo personaje de aquellos cuentos. 

Cuando tuvo la idea de contarlo, para que otras como ella, se reconocieran y no se sintieran tan solas, estaba  atrapada en una habitación cercada por dos mesas de luz y tres colchones, esperando ansiosamente, como si fuese a recibir una maravillosa varita de Harry potter,  - la de dumbledore de saúco-, otro juego de camas para sus dos nenas (que resultan ser de zona mucho más urbanizada que ella). Claro que había pensado iniciar el cuento con  algo más trascendente, sin embargo  la imperiosa necesidad de escribir la arrojó sobre la máquina y sopesando la cosa decidió que tal vez por espontánea resultara finalmente hilarante. Mas que nada porque tiene alguna moraleja, una bruja astuta, un hada blanca, que solamente por eso no concibe la idea de pensar mucho las cosas y por cierto uno que otro villano. (No hablamos del Guason de Joaquin Phoenix)

Así que en lugar de dibujarla escribió una escena breve de su vida, que después comprenderán que no es otra cosa, que un cuento de hadas en el año 2.000 .

Lo mío es realmente bizarro, le temo a mi empleada doméstica que me conoce desde que nací, y ahora también a las enanas, pero más que nada, el miedo, radica en la pérdida (que pido, a quien sea, porque al final cualquier religión me deja bien, que mi sagaz criada, no se fugue hasta que mi hija mayor cumpla por lo menos quince años); así que yo misma desarmo y saco bajo sus instrucciones, un par de estantes que no calculé al encargar las camas.

Lo que sigue, es aun mas bochornosos, porque no sólo es peor, sino porque habla de lo mas incauto, palabra que de los variados significados que tiene, logra que yo responda a todos : 1) persona que no procede con cautela al hablar o actuar 2) o que no tiene malicia y es fácil de engañar.

 Esto viene a cuento de que tengo un viaje, y demasiada compañía en la cabeza, (aún gozando de una licencia sin goce de sueldo en el trabajo) que me impide conciliar pequeños problemas domésticos con otros de mucha más importancia y complejidad, digamos que a ojos mas aviesos  yo en este momento y a pesar de la fortuna que me ha permitido estudiar no pasaría de infradotada, o lo que es peor tilinga. En una palabra estoy quemada (obviamente por eso pedí la licencia en el trabajo).

Cuestión que confundí la fecha del viaje, mi viaje, que por supuesto desparramé por todas partes, incluso a la muy perspicaz empleada, que termino por diagramarse un viaje a Tucuman porque la patrona le había dicho que se iba y bla; bla; bla. Así, que entre su viaje y el mío hay un blanco imposible de llenar, más bien un tremendo bache negro. Por supuesto como corresponde a una señora, le dije que tenía toda la razón del mundo, que fuera feliz y disfrutara del suyo, abandonándome a mi suerte, dejándome sola con trapos, lavandinas, Cif de todas clases y tamaños, plancha, ropa muchisima ropa, baños y  hormigas.

Pero que se va a hacer, se pierde plata y se ganan habilidades que una preferiría abstenerse de realizar. Díganme que si, pensemos un momento, no pierdo a mi mano derecha y gano en quehaceres dormidos, más bien escondidos bien al fondo del cajón.

Hubo un break aunque corrido (me metí en un oximoron). En el instante, en el que madre transitando por el clishé de señora de su casa que lleva y trae niños, porque de verdad, parece que los días, vistos desde acá se perdieran en encontrar cajero en el pueblo - barrio -, cosa que no sucede en la jurisdicción de lavalle y talcahuano donde abundan. Acá, por una extraña razón, no solo hay pocos sino que están llenos de ancianos, con lo cual muy border, jugadisima una sale corriendo, se marea estacionando el auto donde puede y llega fregada al mediodía a buscar a una pequeña terrorista que sale 11.30 hs., con cara de muy pocos amigos,  y dando ordenes como un nazi, y después a la otra que hace su salida triunfal a las 12 hs. 

Lo mismo se repite a la tarde, o la misma incapacidad para hacer abundantes las dos horas que separan la salida del mediodía, de la de la tarde. Exactamente en ese momento en el que el calculo todavía falla, aparecen las benditas camas totalmente desarmadas, tal y como lo dijo quien ???? si ella, la mujer biónica, mi mucama, pongamosle Fátima (resguardemos su identidad para que no sea capturada por otras madres, ni la avispemos de lo inteligente que es y por cuanto nos supera), ahí nomas es ella quien mientras los del flete, suben y bajan cosas, rápidamente me tira letra, te fijaste lo del seguro ?, te dejaron la factura ?, no mandes el colchón de abajo de la camita ( yo tenía pensado mandar todo a la casa, que como muchos tenemos en la costa y que recibe todo de prestado - incluido el deshilachado colchoncito - ) porque vas a una blanqueria le compras un forro con cierre y salvas el colchón! si es para las nenas que se quieren quedar a dormir una noche !!! y los otros dos los usas para las camitas nido. Te parece ? le digo totalmente asombrada.

Si -sigue ella, ganándole las palabras por afano a la cabeza que si no la tiene no importa, porque la lengua ya aprendió por su cuenta a ser un órgano autónomo - y además yo te diría que pongas la grande de Agus (mi hija mayor; 10 años, mucho chocolate), en el otro cuarto como un enorme sillón que podes usar de cama.

Se merece el baile con el príncipe, y yo que el espejo, espejito o el cazador me pongan en mi lugar. Que no es el de la madrastra mas bonita, sino el de la patrona semiahogada en un vasito de agua.

Sin palabras, como el cobayo que esta sentado al lado mío, Juarez.
Ya son las 18.30 hs. Agus y yo vamos a terminar con las hormigas.





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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo