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Supista

23 sept 2018



Isabella sabe que tiene que volver. Estuvo mucho tiempo en la playa. Alguna vez leyó que las malas decisiones (en su caso, todas las que tomó desde que concursó para ese trabajo) traen buenas historias .....Es cierto, ahora lo sabe y todo pasó, mas o menos asi : siempre tuvo una moral desmedida, excesiva por encima de la media necesaria para una cortés convivencia social. Dominaba una racionalidad inquietante, se mantenía serena, conteniendo todo tipo de sentimientos.....Sin embargo a veces la traicionaba tremendo esfuerzo,  se iba de mambo, y rosqueaba hasta el final. El problema en esos breves ataques de ira, era que usaba una ironía cruel, se volvía ácida y podía  decir una verdad inusitada (por inoportuna) y terrible, con la serenidad del Dalai Lama. El contraste era el de Linda Blair, en el primer exsorcista. Un discurso diabólico salido de la mujer más dulce del mundo. Pero todo a un costo alto. Pegaba fuerte pero no se desquitaba, se lo volvía a guardar como una ola que rompe y se retira con toda su espuma babosa a cuestas.... O como la imagen del diablo acorralado, cansado, irritado y rabioso de tanta cruz y recitado, que abandona el cuerpo de la pobre Linda quien cae como bolsa de papas a un piso duro y frío. Y esa, señores, al mejor estilo Di Caprio en "El Lobo de Wall Street", es la hora del xanax para anestesiar un rato los sentidos y olvidar que existen sacerdotes aburridisimos.......A pesar de estos pequeños deslices, la conciencia de Isabella, estaba vacía de culpas, de experiencia, de acción. La perversidad del medio en el que empezaba a moverse, hizo que esa conciencia inmaculada reclamara historias, y se retorciera pidiendo a gritos intervenir en la escena, actuar en la obra !!!. Hasta ese momento en el que la bruja metió la escoba, Isabella tenía olfato para el quilombo y reflejos para esquivarlo. Era felíz y vivia en un estado de aparente serenidad.....como el espejo de un lago en la superficie, con el monstruo en sus entrañas esperando la oportunidad para salir... Y entonces, el viejo dinosaurio cobró vida y empezó a transformar la de Isabella en un delicioso caos....que fue  expandiéndose como un enorme pero silencioso big bang...... Arrepentida ? todavía no sabría decirlo, simplemente muy humana reconociendo la fragilidad del primer mamífero que pegó saltitos en la luna....Leyó sobre historias extremas y dramáticas originadas en malas decisiones: como la de aquel actor colombiano que exitoso en los años ochenta terminó siendo una mula de Narcos, en la ruta "Colombia-Estados Unidos". Lo encontraron en el aeropuerto de Miami con cien capsulas de heroína y permaneció en la cárcel por más de cuatro años. Por suerte ella con los Narcos no tiene onda, y lejos está de ir a prisión por haberle gritado a una empleada "si me seguís bardeando te voy a cagar a trompadas". Si, de la boquita de la dulce y amorosa Isabella. De hecho sus historias son más hilarantes....


Mientras arrecian los recuerdos, se queda con la mirada ensimismada en su nuevo esmalte de uñas, rosa subido (420, back to de fuchsia de Sally Hannsen) fucsia....ella ? si muy ella. Su vida a pesar de la historia que le pesa se llenó de colores, y de pronto mirarse las manos le produce una inagotable y beatífica satisfacción, el mismo embobamiento en la expresión de la cara que el de una vaca pastando tranquilamente en el campo.
Y en ese trance, la mirada descubre la famosa revista dominguera y que existe una disciplina para domar el estrago que puede causar un tornado de intrigas personales y profesionales, cuando se vuelven borrosos los límites éticos que antes veía tan claramente, en hermosos colores flúo.
El titular de la revista, le garantiza que de pie sobre una enorme tabla de surf, remo en mano es posible dominar el mar. Si eso fuera cierto, tal vez pudiera plantarse de pie sin remo, ni tabla de surf convertida en experta "supista" de tierra firme (persona que se dedica al stand up paddle en la Sala de una Cámara Civil ), en medio de un trabajo que demanda condiciones parecidas a las del SUP : experimentar con la tabla, aprender dónde y como pararse, como se sostiene el remo y como hay que paletear. Todo aplica para la gran ciudad del pecado : cómo entrar al mar "es mejor parado, para ganar mayor velocidad y pasar más fácil las olas", " si lo que se busca es hacer una travesía tranquila, la meta se sitúa detrás de la rompiente" "Lo mejor es empezar un día que no haya mucho viento, especialmente cuando proviene de la tierra para que sea más sencillo, ir mar adentro"..... Isabella, es una creyente ferviente de las líneas de las revistas, tanto como la gente que se aferra a los programas religiosos brasileros de madrugada que discurren en promesas de sencillos propósitos cumplidos y felicidad en pequeñas dósis de oración 
y dádivas para la comunidad en raros templos asépticos y modernos......Por ahora se va a los Juegos de Socchi convencida que será una excelente "supista"......

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Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo