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Voy por la mitad de la vida, y para la que sigue, todavía creo en esto....

27 dic 2020


 

Lizzie, y solo escucharla...


 

Isabella, todo otra vez...


 Eran las 22.30 hs., estaba mirando "Her" entre mimos y caricias de su hija mayor, la mataba la curiosidad pero se hacía muy tarde, y al día siguiente la esperaba "todo otra vez". Para su sorpresa esa noche todavía conservaba la calma, tanto que temía no despertarse en la mañana.

El despertador sonó 5.30 hs., claro que no se levantó, era muy a propósito para la media hora más. A la seis tenía los ojos como dos platos. Se acercó a la ropa que había dejado en la mecedora, donde descansan pilas que alguna tarde guardará toda de golpe. Se vistió en minutos, y fue a ver a las nenas. Las despidió con un beso y se escabulló entre las sombras de la incipiente mañana del 3 de abril. Dejó la autorización para que Agus, salga a almorzar sola con sus amigas al mediodía, y la lista de cosas que necesitaba que Amelia le solucionara ese día, aunque ella se las rebusca (Amelia quién más) para agregarle ítems que a Isabella a las seis de la mañana, se le escapan inevitablemente, como Juarez cuando lo suelta en el jardín. Por eso cuando Isabella puso el pie en la casa a las casi seis de la tarde recibió este informe : 1) No me dejaste la plata para el chico del agua, pero vino otro y me dejó igual los bidones ! 2) No me lo sacaste el pollo !, estaba freezado, 3) No me lo dejaste el teléfono nuevo del trabajo (no recuerda ya para que cosa le tuvo que inventar algo del teléfono del trabajo), 4) Juarez no tiene comida ! (el cobayo aclaro ), todo en un llano y delicioso santiagueño. A eso se le superpuso la bebe de la casa : mami, Nacho me pegó con una carpeta y me salió sangre de este diente, pero él no me quería pegar. Isabella, era en ese momento la persona más feliz del mundo, después de manejar una hora desde el centro a su casa.

La mañana fue dura. Llegó tranquila, dejó el auto en el estacionamiento más caro pero el más fácil (el primer día se compensa con todo). Pidió un café, los mozos del bar fueron los que más cálidamente la recibieron, lo mismo que las más chicas de la sala. El resto, digamos los de cargo le pegaron palos varios, todas mujeres, capaz un poco agresivas. Especialmente la que le preguntó dónde había viajado, porque resulta que Isabella acaba de volver de una licencia por enfermedad, manifestada a través de un desmayo en el despacho de quién ahora la interrogaba. Supongo que habrán entendido perfectamente. El resto del día, la misma jefa iba y venía en un discurso contrariado. Por momentos, le decía que se quedara tranquila, y no se exigiera demás que no hacía falta, al rato le venía a preguntar qué estaba haciendo, y si no habían organizado con la otra prosecretaria, el despacho de una chica que no está viniendo porque claramente no está en su sano juicio, a saber ejemplos varios : primer llamado de Josefina : 9 hs. : Hola Isa, mi amor volviste a la sala que alegría, mi vida tengo una migraña terrible, me tomé algo, estoy mejor, en 10 minutos salgo para allá. segundo llamado de Jose, (esta vez atendió mi compañera de cargo) : Hola Patricia, me quedo un rato más en casa porque me siento remal, tercer llamado de Josefina promediando las 11 de la mañana :Hola Isa, soy yo otra vez, son los divertículos no voy a poder ir, no me esperen. Antecedente inmediato de Fini : intento de suicidio, internación. Hoy se burlaron de ella, toda la mañana. Isabella cree que es poco serio, pero le dicen que no empiece de nuevo, que no es gatúbela ni la viuda negra que compone la hermosísima Scarlett Johansson.

Al mismo tiempo todo le parecía chino, no entendía nada de los recursos extraordinarios que tenía que hacer. El fiscal copia y pega, dictámenes, habla de la interposición de recursos de partes que nada dijeron, se olvidó como funciona el sistema, y es tal la negación que no puede retener que viene después de crear el famoso "Vacio" del modelo a pegar en la resolución, menos completarlo, dejarlo listo y blanqueado para la firma (en realidad, lo sabe todo, pero el cuerpo preferiría estar en una misión espía en Europa, leyendo un diario, hablando en francés mientras chequea a su objetivo).

Llegar a su casa fue lo mejor del día, y cuando las nenas preguntaron, contesto : No me gustó volver a trabajar. Elogios para los que han seguido su corazón. El resto, especialmente las mujeres dejen de mentir, trabajar en Tribunales es absolutamente enloquecedor a punto tal que hay carteles pegados en el edificio que dicen : "La vigilancia" también es una forma de acoso laboral-el gremio-. Imaginen un puchero de bebota que dice : "No, no me gustó ir a trabajar ahí ". Que me pasó cuando me cayó encima la frase demoledora de padre : "A partir de febrero empezás a trabajar sin cobrar en tribunales", dónde estaban mi alemán y mi francés, el tema aventuras y espionaje por el mundo ?. Como le bajé la guardia ?. Y ahora encima está muerto y yo quedé ahí atrapada !. Oui, merci beaucoup !!!, De rien !!. Ahora para qué hablo frances y alemán ! Auf wiedersehen !!!.


Una serie, homeland...como mi vida

21 dic 2020

 



Homeland, una serie, uno de los protagonistas : Brody, el pelirrojo, no se le tengo un poco de idea pobre, me desalienta. Capaz porque cuando tenía catorce años, morí de amor por un pelirrojo que no me dió bola en absoluto, ni se enteró de mi morena existencia. En cambio Claire Danes está muy bien, creo que la sigo viendo por ella. Y porque en el fondo la serie es buena. Recién ahora me estoy dando cuenta que es domingo. Pero un domingo ganador el de hoy. Claro, resulta que empezó la primavera, y por primera vez en años, fue todo lo luminosa que pudo ser.
Sin embargo, un par de días atrás la cosa se veía negra...

                 Lo mismo que las mentiras que voy improvisando, durante la semana, para que nadie me robe mis viernes, sábados y domingos !. Y cuando digo  nadie, es "Nadie", me encanta hacerme la loca mala cuando escribo, porque en la vida real no se me da. 

Les cuento. Tengo como cuatro grupos en el chat de whatsapp a saber : las chicas  de 3 C, madres de Catequesis, madres de 7 B, y por la ocasión, me metieron en : "Fieston padres día de la primavera". Me llegan  medio trabándose, como en la cola de la impresora, mil mensajes diarios, mientras intento concentrarme en el trabajo, ahí nomás me disperso, me canso,  y empiezo a perder el control de los cuatro chats y de José el carpintero que insiste en llamarme por teléfono sin reparar en que mi vida transcurre en todo sentido por escrito.

                Hace como mil años que no atiendo el teléfono, ni recuerdo como hacerlo, enseguida me fastidio y me pongo de mal humor. Bueno la cosa es que el viernes, empezó mal, Amelia me llamó al trabajo para decirme que estaba en casa pero se sentía rrrremal (asi con muchas rrrrr, es santiagueña), no me impresionó, ni siquiera cuando me dijo si podía llamar a mi hermana para que la reemplazara (cuando Amelia dice eso apretá el pomo que es carnaval).Sin embargo  no me tembló la voz para decirle en un tono amable y dulce " Pero Ame tan mal te sentís ?",  si querés tirate en alguna cama pero aguantá a las nenas al mediodía y cuando se van, vos te vas. Avisale al micro que a la tarde las deje en la casa de mi mamá . Casi tuve un orgasmo cuando me dijo que si,  le agradecí doscientas veces como si le estuviera pidiendo un favor yo a ella !. Con un timing increíble me acordé que Caro quería que una nena viniera a dormir y yo no tenía el número de la mama !!!, ahogada en un vaso de café, se me ocurrió recurrir al grupo: "Chicas, tengo cel nuevo me pasarían los números otra vez, porque perdí unos cuantos, automáticamente por falta de guión, la embarro : especialmente el tuyo Flor, mama de Sofi, necesito hablar con vos". Empiezan a caer, y aparece Flor. Le mando otro chat, previo alabarme por mi genio ocurrente para todo !, (piensen que todo esto lo hago en el trabajo con un par de jueces hablándome sobre un expediente o varios), "la dejas venir a dormir el viernes a Sofi ?". Respuesta :Si, va a jugar a lo de Pili (abunda el diminutivo, en este mundo sépanlo, yo supe aggiornarme, y afloje un poco, ahora cuando me dicen "mami", ya no me lo tomo tan mal). Y a eso de las 19.30, la voy a buscar y la dejo en tu casa. Listo asunto arreglado. Inmediatamente me llega otro : "Vickymamaemi", " Ana querés que pasemos a buscar a Cherry para ir al cumple de Tops ?. Ni enterada de lo de "Tops", además quien es tops ? Llamo a casa, respuesta de agus 12 años : "Mama es Sofía, y decile que no, que me pasa a buscar Catalina", pero después preguntale a papa si nos puede venir, a buscar a Emi a Fran, y a mi. Emi es la hija de vicky (Vickymamaemi), se entiende y Fran es el primo de Emi, cuestión que siempre nos toca traer !! Ahora entienden tanta gentileza para llevar. En stereo me llega un mensaje del profesor de tenis para recuperar la clase que perdieron el jueves porque Agus se cayó en el Colegio y tuvimos que ir de urgencia a una guardia. Me pregunta si puede el lunes, Javier profesor de tenis, hoy es viernes, en este momento no me acuerdo nada del lunes, pienso (poco, porque la cabeza me aplasta el cerebro, presiona) y contesto : "Todo bien van el lunes", ayer lunes se me prende una led potente y me acuerdo que tenemos teatro ! y que además Agus se esguinzó el tobillo y no puede hacer ningún deporte por lo menos durante quince días. Ahí si considero seriamente hablar por teléfono. Solucionado. Llamada con número desconocido (vamos por el lunes), no quiero atender, lo dejo sonar, al final atiendo por las dudas. Llaman del teatro que el profesor se enfermó y no puede dar la clase !. Al fin se me da ! No hay tenis y no hay teatro, nos quedamos en casa !!!. Entonces, como una tromba, abro la puerta de casa feliz y Margarita se me lanza : Tengo que sacar a la cachorra porque Marcelo viene tarde y no puede !(vieron que nunca podía ?, ahora que se fue, la saco yo, pero feliz, era su presencia la que me jodía la vida, no se olviden que estoy contando de atrás para adelante). No doy más. Carolina me acompaña, y en el camino me pregunta cuando la voy a inscribir para hacer gimnasia deportiva y dibujo ? Hace mil años que lo viene pidiendo, pero pobre, no sabe que a mi no me quedan más días, es casi imposible, le hablo un rato y la convenzo que otro día,  el finde seguro vamos ! y compro tiempo. 

                        Por último, el chat de "Fiestón padres día de la Primavera", mande fruta, si mentí escandalosamente. "Hola chicas diviértanse, nosotros no podemos ir porque tenemos un casamiento " ( por qué no habré dicho una cena, un asado, cualquier otra cosa ), mientras una Jueza, me está revoleando un expediente que se le desarmó, y  afirma que en esas condiciones no puede leerlo !, retumba de nuevo el celular. Agarro el expediente, le digo "Dra. ya se lo mando arreglar", se va, giro 180 grados, y se me salen los ojos de las órbitas. Efectivamente, es un mensaje con truenos y relámpagos, "Hola Ana, pero no es que el sábado, las nenas tienen el baile del colegio para recaudar fondos y vos las pasas a buscar y te las quedas a dormir ?, no vas a poder si tenés un casamiento". Marcelo me llama, le cuento y me dice que él quiere ir (eso si, las jodas nunca se las perdía, porque él no se ocupaba, de trabajo, casa y nenas, entonces tenía energía de sobra). Entonces, rindiéndole pleitesía al chabón, mascarita (que vengo a ser yo), redacta un nuevo mensaje : "Chicas soy un despiste, me confundí, el casamiento es el viernes, asi que vamos, estoy recontraeventera"..... 

Yo creo que el colorado de Homeland, en esta temporada la está pasando mejor que yo, que en dos patadas perdí mi sábado de gloria. Pero el domingo no, con mi domingo no se metan ! Buenas Noches

Y entonces nos fuimos...

14 dic 2020


 








Era un día más,  pensé. Pero no, fue un día de esos que no se van a olvidar. Fui a buscar a Agus porque sus horarios son insólitos,  era el cumpleaños de alguien en paintball o algo así, Agus estaba desesperada por ir,  había que dejarlas en el colegio  18.30 hs. y volver a buscarlas al mismo lugar a eso de las 22.30 hs. de la noche. Me habían invitado a una joda de madres solas, "tenés que traer una bebida alcoholica, veni que te vas a divertir ". Había quedado en pasar a buscar a las más grandes que salen más tarde, llevarmelas a casa, con ropa que iban a dejar en manos de Amelia a las 16 hs., y yo me encargaba de dejarlas más tarde en el colegio para que el micro las depositara sanas y salvas en el cumpleaños, eran tres,  Valentina, Agus y Miranda. Fue un día pesado en el trabajo, llegué tarde, estaba cansadísima, la previa a la Pascua todos se fugan temprano,  yo hice lo mismo que todos. Y todos, nos encontramos en la Av. Córdoba, con un sol arrasador. El cansancio me mataba, colaboraba para desorientarme, no me acordaba a qué hora tenía que ir a buscarlas,  decido aprovechar el tiempo que me sobra a paso de hombre en el tráfico, y mando mensaje a una de las mamas preguntando, tarda en contestarme, interin me caen otros mensajes: "Ani, podés llevarte a Mimi que yo no llego al Colegio ?", contesto en automático, "si no hay problema".  Atrás cae otro,  yo sofocada adentro del palio que suspira como soplando velitas un poco de aire acondicionado. "Ani, cambio de planes Valentina no va !, pero la podés pasar a buscar igual y yo después me acerco a tu casa y me la llevo ", respuesta entumecida en un auto chiquito :"Ok, no hay problema", a esa altura me contestan que hoy las nenas salen cinco y cuarto, suspiro aliviada, no aguanto más, y un poco me asusta mañana armar todo y salir con las nenas a MDQ, las tres solas.

Sigue todo parado, y la angustia toma el palio por completo, me acuerdo de las últimas peleas con Agustina. Se volvió, terriblemente pro mujer, fatalmente feminista en el peor de los términos, y yo justito empecé a cambiar de opinión. Claro que me gusta ser independiente Agus, pero a veces también necesito que me cuiden, que nos cuiden, que un buen hombre empiece a pensar un poco por mi. Mi disco rígido en este momento está totalmente rígido, y más limitado que el de una "commodore 128". No recuerdo las cosas, no me interesa tener que saber detalles sobre el extremo del auto, si también me pasó que llegando tarde al trabajo, sentí que al doblar la rueda hacía un ruido como "ploc, ploc, ploc". Lo tiré en una cochera y corrí como alma que lleva el diablo al edificio de lavalle 1220. Pero me apremiaba la preocupación, así que a media mañana baje con un amigo, que se dio una vuelta dentro del garage,  y me dijo : "es el extremo, cuando doblas hacia la izquierda, es como que la rueda se quiere salir", la que se quiere salir soy yo !!!!, me mira y se ríe, "no es que se va a salir la rueda volando y vos te vas a estrellar, no, vas a doblar y vas a sentir como que el auto se cae y se frena, nada más", pero "llevalo al mecánico, y anda despacio".

Por eso Agus, mi amor, a veces las cosas son un poco más raras de lo que parecen y más difíciles de solucionar, no me siento feliz de la vida por poder hacer todo lo que vos admiras en mi. Es raro, pero es así. En eso cabilaba, cuando recibo el último mensaje de una de las madres "Ani, deja me cancelaron, la voy a buscar yo a mimi". Llego justo cinco y cuarto, me quedo escondida en el auto, y entonces viene Lau, la del último mensaje y se sube al auto, hablamos de las mismas cosas, de esas que no hacen los hombres, del cansancio, y de cumplir de más con nuestras hijas. Al final, 18.30 hs. la deposito con sus amigas que ya están ahí, para partir a dispararse con colores en paintball". Desisto de la joda con madres, estoy agotada, y le mando un mensaje inocente a Marcelo para que me traiga a Agus a las 22.30 hs. y lleve a la amiga con su papa (también separados). Me quedo con Caro que quiere ir a comprar huevos de pascua y cuando llegamos, nos encontramos de frente con Marcelo, y la amiga (que es tan comprensiva y lo contiene), Carolina que los mira asombrada y yo, que como una lady con la boca del estómago en llamas los saludo con un beso, y soy la única que habla rápido y se retira derrotada con una nena apenada que ya ni recuerda a qué íbamos y cómo es que nos saludamos con el papa, como si fuesemos amigos, así nada más.

El final : "Mami, como puede querer una persona a otra que dejó a su familia ?", una grande, todavía en su envase original y sin alterar contenido, incorruptible, con sus nueve años a cuestas. Sin eliminar, un razonamiento impecable, trate de explicarle que las cosas que hacemos los adultos, no se mueven por la pura lógica. Nos fuimos en silencio, yo trataba de contener unos hilos de lágrimas, y por eso no me di vuelta a ver cómo estaba Carolina.

Sobre algunas cuestiones, muchas inquietudes...

10 dic 2020




 Hace tiempo, me está costando escribir. No me sale nada, así que decidí hacer una entrada en modo : ejercicio. Apenas unas oraciones, algunas afirmaciones, muchas preguntas, algún que otro enojo. Tal vez, para su alivio hasta las compartan, y las vean como felices coincidencias.


1) Quiero saber por qué, cuando me pasa algo que me preocupa, y lo cuento, las enfermedades o anécdotas del otro, mi circunstancial interlocutor, son más importantes, más divertidas o ya le pasaron. Mis historias, nunca  los conmueven, porque ellos (ustedes o los otros) son el mísmisimo Tom Hanks. Lo mío es empalidecer ante la grandeza de Forrest Gump. No logro estar a la altura. Ejemplo : encuentro en ginecólogo. Como estás ?, tanto tiempo ! me dice fulanita. Contesto, con genuina preocupación "Tengo algo, me salieron mal los valores en un estudio". Todavía agrandada sobro, no tengo que remar, hasta que escucho :" Yo tengo hemorroides y estoy embarazada !!!". Me siento literalmente dentro del agua, con una mano extendida, y la expresión sorprendida del que se ahoga. La otra, ( fulanita, no digo menganita porque odiaba a una compañera de colegio, que  se llamaba Mengani. Practicamente no uso el término) se empieza a mover, dice : " anita esto es muy doloroso, vos a qué hora tenías turno ?, porque yo dejé a la otra bebé con el padre y ya pasó más de una hora. Él se tiene que ir a jugar al fútbol".  La cabeza se me estrangula, queda anudada y saca a la loca paranoica.  Estoy en el límite, con alguna psicopatía de base en la inseguridad, que enseguida me pone en off side. No se preocupen !!!, no me impresionó tanto como Forrest y no me sentí obligada a dejarle mi lugar. Run Forrest run (y lo bien que hice entonces pura intuición, recuerden que estoy contando mi vida de atrás para adelante, esto pasó hace tiempo, yo tenía mucho apego con la tal fulanita, luego descubrí que era mala malísima, de su divorcio hizo una película de acción con mucha violencia, llevó todo el asunto de la peor manera, y fue pudriendo a mucha gente en el lugar que yo trabajaba)

2) Me molesta tremendamente, que la gente sea tan temerosa,  y repita sin cuestionarse nada  hasta la eternidad, un ritual doméstico en casa o  en el trabajo. Justo ahora, se me viene a la cabeza un ejemplo del trabajo : es todo un logro que este país haya podido informatizarse. Claro es un logro, porque la gente se aferra a seguir registrando todo en libros. Entonces por las dudas, seguimos haciendo lo del libro, aunque lo pongamos en la computadora. Ah, lo de la compu, también es un chino porque, hay que hacer y rellenar tantos pasos que es más rápido escribirlo en el libro. Ni les cuento lo que lleva hacer las dos cosas. Pero no se puede hacer nada. Los planteos en este lugar se interpretan como quejas. Prevalece la autoridad del Señor Feudal, que ni con todos los caballeros armados de Arturo se va a arriesgar,  a cambiar de lugar el papel higiénico en el baño.  Encima, por proponer erradicar la actividad inútil con mucho entusiasmo, me tiran el off " Hogar y plantas con el packaging clásico": "Anita vos tenés que aprender que todos pasamos por esto, la Dra. es así, hay que seguirle el juego.". "Si yo aguanté tantos años, vos tenés que hacer lo mismo", "Tenés que salir del trabajo y olvidarte de todo".  Hoy pensaba : "Muchos TENES". No preocuparse, por ahora como las cucarachas soy inmune al "OFF", y estoy aprendiendo a no inmolarme por un pedazo de papel higiénico, en el trabajo.   

3) Que lo parió, no aprendí guaraní. Mi papa y mi abuela lo hablaban. En la tele están pasando un documental de maestros rurales, que intentan salvar ese idioma,  y  a un montón de nenes que tienen la frescura de no contener nada de lo que la sociedad imponte. Frescos como una lechuga, sin prejuicios, todo por descubrir. Y yo acá, en el personaje del correcaminos, cayendo y explotando por todas partes en manos de los productos marca "Acme".

4) Sepan esto. Si me invitan a algún lado y no tengo ganas de ir, las justificaciones amables encubren un NO rotundo. No insistan con resolverme la cuestión para que pueda irrrrrrr ! Estoy mintiendoooooo para no hacerlos sentir mal. (No se por que lo hago, no lo puedo evitar).

5) Sting envejecióoooooooo, y dice cosas como : "Tuve una infancia interesante", después aclara que fue horrible, y al final retoma "el interesante". También dice, que componer canciones toma el tiempo que toma, días, años, lo que necesite cada uno para hacerlo. Lo quiero convocar , para que  les imparta esas clases de yoga que toma él, y los empuje a llevar esa vida zen tan suya, tan  sosegada, a un dirigente mal parido de un club de fútbol, que ahora es camarista,  mi jefe (que no puede hacer la "o" con un vaso, como diría padre Sanso), y a una mujer, de la misma categoría, que parece un hombre,  disfruta pasando revista como militar en dictadura. Ella dice que no la entendemos porque es muy tímida, es intelectual, académica, inescrupulosa y snob. (gracias y disculpen el desahogo)

6) Estoy viendo un programa en el que están entrevistando a Harrison Ford. El cabello  canoso, las arrugas del cuello y su edad me desubican. Me enamoré de él, apenas lo vi en "Starwars", ahora exuda ancianidad un héroe, y me asusta verlo tan envejecido. Mis héroes deberían desaparecer en silencio o dando la vida por la humanidad. No da, que ya ancianos aparezcan haciendo entrevistas en un programa americano, en el que mientras pasan breves escenas de Indiana o Han Solo, yo veo a un hombre joven que ya olvidé, y ahora a un anciano que no reconozco.

7) Por último, quería que sepan que ésta que escribe, si yo,  la promotora de cambios permanentes, debo confesarles que  no puedo dejar mi casa sin cumplir a rajatable este ritual : si es de día, apagar todos los faroles que iluminan el exterior de la casa, acercar la mesa ratona del living a metros exactamente iguales de los dos sillones que la rodean. Cerrar bien cerrada la puerta de la cocina para poner alarmas. Que, Marcelo, briyante, simplemente entorne la dichosa puerta me crispaaaaaa los nervioooooooooos !!!.(Tenía una tara, ahora vale todo, ya divorciada y sola en la casa, mi casa, no me molesta nada de mi)

A la vuelta del trabajo, mismo periplo. Para estar en paz,   e ir adormeciendo la adrenalina que traigo encima, debo cumplir este ejercicio : apagar las luces altas (significado : todas las luces que enciende Marcelo), bajar todo un cambio, dejar el interior del hogar, dulce hogar a media luz (la de los veladores) porque va  cayendo la noche. Prender los cuatro faroles de fuera de la casa. Tirar todo lo que las chicas merendaron, entiéndase con ello, paquetes de galletitas, migas de bizcochuelos, cartones vacíos de jugos recién tomados. Sin sacarme la ropa,  barro con todo como una aspiradora. Llego al cuarto, anillos y reloj fuera, y por fin en paz. Cumplidos otros  pasos : nenas bañadas, cada cosa en su lugar incluido el papel higiénico. (Sería mi tara II, ya no la tengo por suerte la superé, pero en ese entonces vivía molesta, dejaba que mi ex y mi trabajo me afectaran mal). Histérica yo, estructurada ? naaaaaaaaaa. Marcelo podés bajar el volumen de la tele o ponerla en silencio ? si tenés los subtítulos. Buenas Noches !!!! (hasta que por fin se fue).

De la navidad y otras cuestiones...

8 dic 2020



 Esta navidad descubrí que tengo habilidades natas para manejarme sola en una catástrofe de esas que acaban con media humanidad. Esto me recuerda a una conocida, que deseaba abiertamente que ocurran, preferiblemente de origen natural (por ejemplo : que se abran las aguas y se produzca un tsunami de proporciones en el mundo entero) solo porque la persona de la que estaba enamorada, como sucede normalmente se encuentraba felizmente casada con otra. Si, efectivamente su deseo para todas las navidades era que el hombre desaparezca de la faz del planeta, ya sea por el efecto invernadero, o por una manada de zombies,  le daba igual.


 Así iba va sumando argumentos, a medida que sucedían cosas malas o que las noticias informaban sobre barbaridades hechas por hombres. Entonces se la escuchaba decir, " Ves lo que te digo ?, tenemos que desaparecer todos y listo ". Mi caso no es el mismo.

Trendy y net...

3 dic 2020

 



Sigo en la playa, hace mucho frío tengo una gripe feroz, pero como siempre hojeando una revista me encontré con este título que me desconcertó : Moda : trendy y net. Algo así como que hoy estar a la moda, digamos lo más canchero, el outfit ideal es sin adornos, la sencillez absoluta. Mi cara se iluminó, estornudé y me dije con sabor a triunfo : Genial ! soy trendy net, logré conectarme conmigo, pero no dispongo de muchos outfit, no voy a ser una MUST FOLLOW en la red social más cool : instagram (dice así la revista). Resulta que a la cabeza de esto se encuentra Alexa Chung (chan ?, que brutos son todos, seguro que pocos saben quien es) y para desconcierto de más de uno parece que Alexa es :modelo, conductora, ESCRITORA (si ya me pegue veinte veces la cabeza con la almohada porque encima parece lindísima), por sobre todo chicas es una condenada It girl, miren que fácil,  es casi una pavada, dice : que la mimada en cuestión, tiene hasta las ojeras más chic (me imagino con bolsas en los ojos y pienso que tal vez toda embolsada, no sería como Alexa pero estaría marcando una tendencia) "sus fotos de la vida real, demuestran que tiene onda hasta cuando va al baño", yo corro para ir al baño por falta de tiempo, igual dudo seriamente encontrarle la onda, pero asumiría mi dignidad con selfies en un toilette, aceptando que no resultarían inspiradoras para nadie, no solo perdería a los pocos seguidores que tengo en twitter sino que no lograría arrancar seriamente en instagram. Tal vez podría darle un perfil más artístico como la chiquitina de los juegos del hambre Jena Malone, que se dedica a subir e inmortalizar (dice así : uno queda inmortalizado en manos de Jena), paisajes, objetos, personas y situaciones, me doy por vencida, no pienso perder a mis pocos seguidores en google con unas selfies que les metan un susto del demonio, conmigo recién levantada de dormir, estornudando y comiendo maíz frito tostado. Les aseguro que no es algo lindo de ver. 

Por suerte, me cambiaron la revista, me di vuelta en la tumbona y me encontré con una entrevista a Campanella, señor director de cine quien me conmovió, hablando de una forma más sencilla y terrenal, me dio tregua por un rato al decir que "uno es sus amores, sus miedos y el lugar al que pertenece", decididamente no soy trendy para nada.

 Al parecer coincido con que aquellas son las cosas que nos definen porque lo que amamos, y lo que tememos es lo que nos hace actuar.  La felicidad en la vida de uno es simplemente "encontrar a la persona que amás, y tener una profesión que te haga más o menos curiosa, apasionada". Señor Campanella, lo suyo es muy net, y no me engañe ese outfit suyo es el más dificil de conseguir, ha logrado dejarme demudada de satisfacción ante tanta aparente sencillez, ahora sí me siento definida : voy por mi nuevo outfit : musculosa de morley sobre musculosa nude, chaleco de lurex, cinturón de cuero camel y pañuelo gitano para la cabeza, y a tomarme unas selfies haciendo mi riquísimo pan de banana, conseguí nueces pecan. Aceptémoslo me define comer, lo amo, y la mentira como trabajo nocturno cuando le digo a tía C que me tomo dos copas de un riquísimo malbec y en realidad llevo cuatro de contrabando. Después de eso, dejo de pensar tanto,  me duermo como un bebe....

Un trámite...

2 dic 2020


Son las siete de la tarde,  y si, estoy sentada en la cama, con Agus en el piso haciendo la tarea. Del lado derecho, parada apoyando papelitos en la cómoda, esta Caro, esperando que termine de recortarle, triángulos, rectángulos y cuadrados, porque  "mami yo soy mala para recortar" -dixit 8 años-. La voligoma, la tijera, y el liquid para mi horror, están en la cama,  Marcelo también está en la cama, aferrado a su motorola, tecleando incesantemente. Yo ya hice mi parte, porque para la geometría soy mala Carito, entonces ella lo interrumpe a él. Escucho sobre plegar papelitos cuadrados, números pares, entendés o no ? me pierdo. Es raro que Caro pregunte o haga la tarea con nosotros.

Margarita está abajo, encerrada en la cocina "porque se pone loca ma, y de golpe se te viene encima con uñas y dientes". Algo anda mal conmigo, pienso, porque para cosas fáciles, no tendría mucho que pensar; pasa que el trabajo me quema, lo peor es que sólo lo entienden los que hacen los mismo que yo, es más el grupo se va achicando, porque los de otros fueros tampoco entienden qué hacemos en un Juzgado de primera instancia en lo Civil patrimonial y su respectiva Cámara de Apelaciones.

Y la verdad yo tampoco entiendo mucho, de golpe un día el agua nos tapa,  además nos pasan las otras cosas como a todo el mundo. Mi tarjeta moderban se perdió. En esta parte, tengo que dejar asentado como en una audiencia que Marcelo se acaba de ir a jugar al fútbol y quedé sola con el asunto de los triángulos (que justo no ?, presten atención a estas cosas señoritas, y recuerden que estoy publicando la bitácora de atrás para adelante). Sigo con el cuento de la moderban, llamé al 0800 desde el trabajo para pedir una nueva, en siete días me la dan, ojo, hábiles. Justo tengo que pagar miles de cosas y  el banco para ir a retirar lo que necesito, funciona en el mismo horario en el que trabajo. A su vez, para sacar todos los expedientes que tengo me tendría que quedar toda la tarde, y al día siguiente sería lo mismo. Es como sacar agua con un baldecito, de un bote que se hunde. En el medio de la revisada de un expediente de 15 cuerpos, para encontrar un domicilio, suena el teléfono es Amelia, que de un tortazo me recuerda que Agustina no fue al Colegio a la mañana pero que va a la tarde, que llame a Leonardo el señor del micro y le diga que la pase a buscar porque Caro (que si fue al Colegio), se fue a almorzar con una amiga y su mama, y la llevan directamente. Entonces también me acuerdo de la farmacia delivery, de cremas y remedios que básicamente hacen mi vida más llevadera. Así que llamo, pero les digo que a la una me voy. Ahí nomás, decido ir al banco de casa, aunque tenga que abandonar el Titanic, si hago rápido, tal vez pueda ir a la peluquería. Pero tengo que llamar para reservar porque no puedo caer sin turno. Hoy tengo terapia, pero en este momento si alguien no hace algo con mi pelo, va a ser imposible que rescate mi humanidad. Consigo un turno posible en la peluquería, doy de baja terapia, y llego al banco. La parte dura fue actuar como adulta y decirle a mi jefa : "Me tengo que ir a hacer un trámite", con cara de señora de 43 años, seria  que acaba de meter un golazo en off side sin que nadie lo note aunque ponga el Telebeam.
El pelo me quedó precioso, Caro se quedó dormida llorando de cansancio al lado mío, previo decirme que hoy le dejé mal la nota en el cuaderno autorizándola a retirarse con Nati, mamá de Juana para almorzar. En efecto, parece que a las 7 hs. de la mañana, no distingo entre cuaderno naranja y cuaderno rojo. Agus le grita a Margarita, cuando bajo me recuerda que perdimos el turno con la dentista, y le duele una muela, empieza el horario de la culpa,  el que las hace las paga : Como siempre en la peluquería las revistas, y en una de ellas,  Patricia Suarez, y una editorial con una verdad recontrarevelada : escribir en la compu sentada en la cama, con la tele de fondo mirando un noticiero, engorda !!!!!!! Buenas Noches ...

           

Las cosas que más odiaba a los 10 años...

1 dic 2020


Tengo 42 años (recuerden que para que entiendan como nos fue pasando la vida, estoy publicando las bitácoras de atrás para adelante-hoy tengo 49 años-), esta lista me la soplaron (Agus de 11 años, y Caro de 7 años). Me pareció asombrosa por el aplomo y la decisión. Más importante : escucharla y coincidir con ellas absolutamente, así que acá va :

1)  Que las personas cambien cuando están con otras personas...
2)  Que las maestras de grado grandes, de matemáticas, o ciencias o cualquier cosa, se metan en temas personales de los chicos...
3)  Que no te dejen ir al baño (hay una lista de nenes que se hicieron pis o lo segundo, po po como quieran llamarlo), porque a los 6 o 7 años las maestras piensan que van a vender merca en los baños, son soplonas de los rati...
4)  Que las nenas cuchicheen secretos a propósito delante de otra, que no entiende nada, salvo que la están haciendo pasar un mal rato a propósito, para que se de cuenta que no pertenece al grupo...
5)  Que la maestra te diga "esto es muy largo y muy aburrido, hacelo más corto". Cuando lo hacés más corto, está incompleto, probá agregar detalles, y te queda más largo.
6)  Que te digan, que necesitan que sepas, pero no quieren que te ofendas, y la cosa es enorme de ofensiva...
7)  Que pasemos casi toda la vida en el colegio y que nos enseñen cosas que no tenemos necesidad de aprender...
8)  Que la maestra encargada del comedor, sea más malvada que la bruja de Aurora y no te deje hablar con tus amigas mientras almorzás...
9)   Que no te dejen tomar agua en gimnasia...
10) Que haya chicos malos, y las maestras no se den cuenta...


Y yo le agrego, (porque si algo sé, es de chicos) que hablar, hablar, y hablar con ellos, es lo único que importa. Tienen a su favor la frescura de un pensamiento sin estructuras o convenciones. Nosotros con traumas, miedos e inseguridades los deformamos para mal. Hay una pregunta que les quiero hacer : Si todo lo prohíben, pensando que deben tomar una distancia que les dé autoridad de padres, y piensan que así les hacen bien, en realidad, no confían en ellos. Y les recuerdo que ustedes tuvieron el honor de criarlos...


 

Soy techie.....y otros cosos parecidos..

30 nov 2020



 He notado en estos días, que a pesar de mi edad, o tal vez justamente por ella, me he vuelto absolutamente techie. Persona que muestra un interés obsesivo por la tecnología, pero no por mi lucidez o fluidez mental sobre el tema, ni siquiera por inquietud  sino porque tengo cinco controles remoto y no logro prender el smart tv. Es smart podría prenderse solo, sin embargo la única que domina hasta el voley en la play 3, es Pipa, la bebe de esta familia.


Tengo cuatro nenas dormidas en casa, a eso de las 11 hs. de la mñana, baja Emi, hermoso pelo castaño y ojos color miel, creo la más chica del grupo de 11 años. Le sirvo un jugo, y las dos buscamos entre decenas de galletitas las que le pueden gustar. Es desalentador que no le guste ninguna. Tal vez fuera mejor haberle ofrecido un solo paquete de galletitas de agua o simplemente tostadas. Falla número uno : les damos la posibilidad de elegir entre cosas que incluso no les hacen bien. Queremos que el desayuno sea un trámite, es flojera nuestra, punto anotado, primer gol en contra !!!!

Cuando intentamos prender la TV, nos encontramos con la colección de controles remotos. Me alegró que Emi no acertara a prenderlo, al menos sigo siendo su adulta, me necesita. Logro que desaparezca el cartel de "no hay señal". El aparato, no es tan malo, me dio opciones de fuente, y me sonó lo de Hdmi1, Hdmi2, etc. Los canales aparecieron en Hdmi2, no en TV (misterio), bah el canal, un noticiero que hablaba de la canasta básica de alimentos. Cuando quise cambiar perdimos señal otra vez, estuvimos media hora entre volver a la tv y tratar de cambiar el programa de alimentos necesarios para el hogar. Estaba a punto de darme por vencida, cuando hizo su entrada triunfal, Pipa, metro y veinte, 8 años, aplaudimos !! hubo ovación, en dos segundos. De muy mal humor, puso todo en su lugar y todavía me bastardeó con un tremendo "mami pero cuántas veces te lo enseñé". Me sentí de 70 años y ni me salvaron de la cabeza boicoteadora y mala amiga, recordar todas las frases clishé que yo me la paso diciéndole a ella. Si Agus y yo queremos mirar tele, una peli o jugar a algo, necesitamos desesperadamente a Pipa.

He descubierto otra palabra, con esto de hablar en moderno : hoy en día hay que tener buen feedback, alimentar y ser alimentada por el mundo que nos rodea hasta que se te aparezca un Troll. Estoy afiladísima, les explico : es una persona que se encarga de postear comentarios negativos, me va a encantar hacer trolling, ustedes verán. La de posibilidades de hacer un quilombo troll, si uno cuenta con un Led Smart TV con tecnología 3D con posibilidad de navegar por internet via wi fi,  y compartir contenidos con amigos. Ese es el otro tema, uno ya no ve a los amigos, les comparte todo, les pone likes en todo tipo de redes sociales y a veces se siente poca cosa por compartir algo que era simpatiquísimo, y   obtener dos miserables "me gusta"(puff tanto esfuerzo  para eso). Ahora, si el led dice que es compatible con cualquier dispositivo de reproducción, y una puede entenderlo, más que techie, es oriental. Y si claro, soy más que oriental, soy polaca. La cosa no termina ahí, uno además de ser techie, o andar por las redes buscando amigos que ya no ve, también es otras cosas por ejemplo: webs Health friendly, facilísimo, busca ser sana,  encuentra sitios que permiten encontrar, y poner en práctica una vida más saludable. Yo pensé que mi vida social era buena onda porque aprendí a ser gayfriendly y petfriendly, pero hay un carrerón de friendlys que seguir para estar al día con la globalización . 

Sobre el tema de la vida sana, he descubierto que puedo cultivar  el Shirodhara, una técnica ayurvédica que ayuda a aquietar "el viento" de la mente gracias a un hilito tibio de aceite que cae en el entrecejo, se nota que estoy muy estressada, porque terminé usando el aceite para unas tostaditas con queso, orégano y un poquito de ajo en polvo. La fluidez que logro entre la problemática de cuerpo y mente !,  ni les cuento, cuando el aceite del entrecejo pasa a la mejilla, y lo sienten al final en el cuello, descarto que habrán actuado diplomáticamente, lo que sobra se lo llevan a casa y ya saben. Así que hasta ahora soy techie, uso twitter, no tengo instagram, algo de facebook, y me se vida y obra de medio planeta. Cosas que de todos modos a la larga iba a saber o no pero que en definitiva mucho no me iban a cambiar la vida, hay situaciones de las que no tengo por qué enterarme. Y aparentemente, sigo la onda verde.

Llegué hasta acá : tengo un tsunami emocional, devarío seguramente por el manejo y exceso de información. La otra variable es la edad, estoy más cansada, sigo siendo víctima de las hormonas, soy viuda del deporte, lástima que para eso no hay intervención que valga. Me olvidé de contarles sobre los muebles que hoy con diseños de artistas plásticos son mesas intervenidas, sillas intervenidas, tal vez algún artista plástico me pueda dar una manito, total sería una intervención más para él y yo después les contaría que nombre le podríamos poner "hacelo vos misma", "Renová tu patio", "los mejores pasos de una buena intervención", de esta forma estaríamos liberando a la nena, de las mayúsculas responsabilidades que la cultura moderna le ha impuesto y a la madre le conseguiríamos un manosanta con nombre de artista.

Un cuento de Gustavo Nielsen

27 nov 2020

 Esto es escribir señores...

FRANCO Y SUSTO



Conozco al Susto de hace treinta años, mirá si voy a necesitar que un pendejo me venga a decir quién es. Tomamos cerveza siempre en la misma esquina. Si conseguimos, también fumamos. A veces consigue él, a veces yo. Si tenemos papel de seda, armamos legal. Si no armamos igual, con las páginas finitas del Nuevo Testamento que nos regalaron los Testigos de Jehová de la otra cuadra. Alto porro santo.
Al Susto me lo encontré cuando era pendejo. Yo tenía quince y paraba en una plaza. Los pendejos tienen que andar con pendejos. Estábamos fumando tabaco. Él andaba solo y le digo “che, chabón, ¿vamos a escabiar a aquel árbol?”. Hizo que sí con la cabeza. Desde ese día, treinta años tomando cerveza con el Susto. Y nada de nada con el Susto. Amigos, nomás. Hasta que vino este pendejo y nos cagó la vida.
Yo no sé cosas del Susto. O no sabía, hasta que el pendejo llegó. Era mejor no saber. Nunca me importó lo que pudiera hacer. A veces le hablaba algo de mi vida, poco y nada. Con la mano levantada me regalaba el gesto de “Franquito, todo bien” y yo me quedaba contento. Siempre fue así. Es mi hermano. Lo único que hago es compartir. Por ahí faltan puchos y yo compro, los tiro en la vereda y le digo “Susto, se te cayeron los puchos”. El chabón se ríe, pero no dice más que algún que otro monosílabo. No necesita hablar. Yo lo miro, él me mira. “¿Está fresca la birra?”. “Uh”, dice. “¿Se te apagó el fasito?”. “Wé”. “¿Viste el partido de Boca el otro día?”. “¿Eh?”. “¿Querés que consigamos un sánguche?”. “Ah”. Salvo por la w, habla con vocales. Y con la hache, que es muda como él. En treinta años no le había escuchado decir una palabra de más de una sílaba hasta ayer a la tarde.
A ver: antes tuvimos un tercero. Varias veces. Siempre hay un atrevido. Hubo un renguito que era una maza. El Susto no le daba ni cinco de pelota; yo le hablaba. Había jugado en las inferiores de Morón antes del accidente. Hubo otro pibe que mezclaba la Quimes con Mirinda. Se nos pegó tres días. Yo le decía “borracho no toma azúcar”, y el pibe se reía. Le faltaban todos los dientes. Vino también uno que dijo ser el hermano del Susto y contó que le pusieron el apodo a los cuatro años, porque veía fantasmas. Al menos a su abuela y a un delegado al que lo había pisado el Mitre. El Susto no dijo ni sí, ni no. No movió la cabeza. Apoyó la botella recién abierta sobre sus labios y no paró hasta que le vio el fondo.
Cuando apareció con el pendejo no me importó. No tenía cabida. El pendejo hablaba mucho; se daba corte. Abrió la temporada tomando una Jeineken: nadie que tome Jeineken en una esquina puede durar. “¿De qué te la das, boludito?”. Él se rió. Y empezó a venir todas las veces. Y a meterse.
- Es un personaje, tu amigo. Con vos no habla, pero conmigo sí –me dijo.
- Qué te va a hablar.
- Le pregunté cómo se llama. Le cuesta activar, pero suelta.
- No quiero saber, pendejo.
- Le pregunté si tenía familia.
- Callate.

El Susto vive en el presente. Le digo: “¿Viste qué pasó ayer?”. “Ah”. O: “Che, Susto, ¿viste lo que pasó hace una semana?”. “Ah”. “¿Y lo que va a pasar el mes que viene?”. “Uh”. El pendejo también empezó a venir solo. Y traía los fasos especiales que el Susto traía antes, a veces, armados con papel ecológico. Ese marrón, marca OCB. El Susto lo consigue en el Sarmiento.
- ¿Te los roba o se los regalás?
- ¿Eh?
- Los fasos.
Nunca me había regalado uno de esos. Los compartía, sí, de a pitadas, pero los llevaba siempre él. El pendejo lo encendió con un Cricket. Entendí que se los regalaba. Cuando el Susto se fue, le pregunté, pero no me contestó. En su lugar, dijo:
- ¿Ustedes son trolos?
- Rescatate, pendejo.
- ¿Te coge?
- Achicá porque te mato, pelotudo.

Por esta esquina pasan taxis y nos tocan bocina. Yo los saludo. Los taxis son los tiburones de las calles. Me molesta solamente cuando se paran, porque detrás de ellos siempre viene un patrullero. No sé por qué, pero es fija. Vienen a molestar cuando ven que las botellas vacías pasan de cuatro. Nosotros estamos acá sentados, no le hacemos mal a nadie. Pero el taxista dice “está mal mostrar las botellas. No puede ser que nuestros hijos vean todo lo que chuparon”.
- ¿Y por qué no puede ser?
- Porque es un mal ejemplo. En Estados Unidos no te dejan chupar en la calle si no le ponés una bolsa de papel madera que tape la etiqueta.
- Los yanquis me la chupan.
El Susto se rio y el pendejo hizo fondo blanco. Llevó las cinco botellas vacías y las ordenó en fila india en el cordón. Yo ya sabía que era para problemas. La sirena sonó desde la otra esquina. “Pendejo, sos un tarado”. El patrullero se paró al lado de las botellas y las barrió cuando abrió la puerta. Iba un solo cana. Siempre van de a dos, de lo cagones que son.
- No vengás a joder que no tenemos documentos. Ya lo sabés –le dije.
- Entonces los tengo que llevar.
- Andate a la puta que te parió.
Me pateó las piernas, como si fuera un perro sarnoso.
- De pie -mandó.
El pendejo se paró. El único. El Susto solamente cerró los ojos. Yo me puse en cuclillas y no hice más nada. “Estamos en el horno”, pensé. El cana fue hasta el patrullero a llamar por la radio. El pendejo se le acercó. El cana puso una mano sobre la cartuchera y abrió el botoncito. “Acá nos vuela”, pensé. El pendejo puso su mano derecha sobre el hombro uniformado del tipo. Lo miraba a los ojos cuando le habló.
- Paremos esto. Franco está cansado, por eso dice cualquier cosa. Lo va a tener que disculpar. ¿Cómo podemos arreglarlo?
El cana nos miró un rato, como si no entendiera. Se metió de vuelta en el patrullero. Hizo sonar la sirena. Salió.
El pendejo levantó las cinco botellas y las escondió en el cantero. Después volvió a sentarse al lado nuestro, con la espalda pegada a la ochava.
- ¿Cómo hiciste?
- Arreglé –dijo el pendejo.
- Pero no vi que le dieras nada.
- Nada –repitió.
El Susto abrió los ojos otra vez.

El pendejo se las da de traductor. ¡Lo acaba de conocer y ya cree que lo tiene de toda una vida! “Quiere decirte esto y lo otro”. Como si yo no lo pudiera entender. “La birra está congelada; hay que darle tiempo a Ruggeri; pasame las vacías que dobló la lancha; ¿no quedaron flores del domingo?; mandate de una, chabón, nos vemos”. Es un caradura, el pendejo. “Cuando hace así te está diciendo esto, con este gesto te dice esto otro”. Ya no lo aguanto más. Vienen juntos y cuando el Susto se va, el pendejo se queda conmigo. Como si fuera mi amigo.
- El otro día me lo garché.
- ¿A quién?
- Al Susto, a quién va a ser.
Largué el vidrio.
- ¿Tás diciendo que el Susto es puto? Te voy a cagar a trompadas...
- Cómo caíste, ¿eh? No es puto. Tiene familia en Padua.
Me quedé más frío que la Jeinken.
- Una esposa y dos hijos -agregó.
Forcé la risa.
- ¿Y cómo los mantiene?
El pendejo largó una bocanada con forma de aro.
- Trabaja con una bruja en Moreno. El chabón ve fantasmas. Le pagan una torta de plata para que los señale.
Agarré la tuca con las uñas. Aspiré hasta que los pulmones se me llenaron de humo.
- La bruja dirige la quinta –siguió-. Lleva gente de guita. Él les indica si tienen el fantasma pegado. Los ve, los cuenta. La bruja les cobra a los pitucos. Entonces el Susto pasa cerca del tipo, le quita el fantasma y se lo pega a otro. Así es como laburan en Moreno. A todos los que garpan los liberan igual.
- ¿Me estás jodiendo? Lo conozco: no tiene familia en Padua ni en ninguna otra parte.
- Tiene. Posta.

La verdad es que me arruinó la esquina. Treinta años sin hablar y lo bien que nos iba. Acá tomando, fumando. Ahora los veo venir juntos y ya me agarra la bronca. Para colmo se separan cuando llegan; el Susto se me sienta a la izquierda y el pendejo a la derecha. “¿Ya no corren más Quilmes?”. El pendejo dice “al capo le dan acidez”. “¿En treinta años no te dieron acidez y ahora te dan?”. El Susto sacó un Mylanta del bolsillo. Pasó la lancha con dos yutas y el pendejo la saludó. No habíamos tomado ni tres botellas cuando el Susto se levantó, se limpió el vaquero y se fue.
- Sé más cosas –tiró el pendejo.
Me quedé callado. No tenía ganas de nada. Ni de escucharlo, ni de detenerlo. Nada.
- Los hijos son un pibito y una pibita. La esposa es la bruja. Los hijos la ayudan en los rituales, porque ya son adolescentes. Sirven jugo, cortan las tartas, dan números, reciben a los pitucos.
Sacó una foto del bolsillo. Había un rancho sin vecinos, solo en una cuadra del Conurbano.
- Acá viven. La quinta no, la quinta es grande, con árboles. La alquilan para las sesiones. Trabajan los fines de semana, tienen hasta seguridad. Perros. Los pitucos estacionan los coches y cuentan lo que les pasa, el disgusto que tienen. Los fantasmas les deterioran la salud. No son todos jodidos, a veces sirven. Pero la gente igual no los quiere porque traen mala suerte. Y el Susto va y los señala. Y si nadie más los ve les dice cómo son, qué están haciendo. Las sonrisas que ponen.
- ¿Y él se los mata?
- Ahora vengo –se levantó-. No se pueden matar porque están muertos de antes.
El pendejo fue a mear al baldío y a comprar otra birra al almacén. Al volver la destapó haciendo palanca con el encendedor. Tomó un trago antes de sentarse.
- Ese es todo el problema –dijo-. Los fantasmas se pasan. Cuando el tipo paga el Susto le quita el fantasma y se lo pega a otra persona. A los pitucos les chupa un huevo a quién se lo contagian. Se alivian enseguida cuando sucede. El Susto los ve clarito. –Hizo un silencio corto.- Uno se te pegó a vos, me dijo.
- ¿A mí?
Afirmó con la cabeza. Tosió.
- ¿El Susto te dijo?
- Sí.
Casi se me cayó la botella del temblor que me agarró.
- ¿Cómo me va a hacer algo así?
- Sin querer. No elige a los que se los pasa. Simplemente los ve, los saca y después espera. El que te pegó le vino prendido al pulóver, desde Moreno.
- Me estás comiendo la cabeza.
- Es verdad. Preguntale, si no.
Le tiré una patada, así nomás de sentado.
- Rajá de acá. No te quiero ver más.
- Mañana no vengo porque tengo que hacer una changa por el centro. Aprovechá y preguntale.

Pero vino igual. “A este pibito lo tengo que matar”, pensé. Nunca, nunca, nunca le había preguntado nada a mi amigo. “Hola Susto, chau Susto”. Nunca habíamos tomado stout, que es de putos. ¿A quién se le ocurre ponerle azúcar a la cerveza? Y el pendejo se apareció con dos stouts. Me decepcioné cuando lo vi tomar al Susto. Le dije: “¿qué hacés, vieja?”. Sabía lo que le había dolido aquel pibe que la mezclaba con Mirinda. Y le vi también sacar un vasito plegable, de esos de plástico que venden en La Salada, y desplegarlo para que el pendejo le sirviera más stout. “Se acabó la esquina”, pensé. Me levanté y me alisé el vaquero.
- ¿Adónde vas? –dijo el pendejo.
- No sé.
Los dejé y me fui por ahí. Vi minitas, saludé a un taxista que me tocó bocina. Le garronié un 43/70 a un viejo. Le escamotié una torta de grasa a una gorda que para a la salida del túnel del tren. Entonces me dio sed y compré una Quilmes. Como no llevaba envase, el almacenero me la pasó a una botella descartable que tenía por ahí, y que había sido de agua. El primer trago lo di adentro, pero después enfilé hacia la esquina. “Ojalá se haya ido”, pensé. Y también pensé que era hora de hablar con el Susto. Si al pendejo le había contado, a mí también. Si no, era una guachada. Milagro: el Susto estaba solo, a punto de pararse.
- ¿Adónde vas?
- ¿Ah?
Le dije que estaba bastante molesto por ese pendejo que había traído. Era un atrevido. No entendía que a él le hablara y a mí no. No entendía que él le manejara los armados de papel marrón. Le pasé la cerveza y le dio un trago largo, del pico, como tiene que ser. “Qué stout ni qué carajo”, le dije. Aparté las botellas para sentarme.
- Decime: ¿me vas a contar?
No contestó.
- Estoy re paranoico, Susto. En cualquier momento vuelvo al paco. Este pendejo de mierda que trajiste me está boludiando mal. Tenemos que hablar ya mismo. Aprovechar que no está.
Hizo que sí con la cabeza. Y después dijo:
- Bueno.
La palabra me sorprendió. Fue como el tañido de una campana anunciando a misa.
- ¿Por qué no me hablaste en treinta años?
- Porque no.
Las palabras le salían claritas. El pendejo tenía razón.
- ¿Y ahora por qué me hablás?
- Porque sí.
Tomé otro trago. “La Quilmes es la mejor cerveza del mundo”, pensé. Dije: “ahhhh”, satisfecho. Él sacó el Mylanta del blíster y se puso a masticarlo. Me cabrié.
- Chabón: ya no sé si quiero seguir siendo tu amigo, así…
- ¿Así cómo?
- Ese pendejo vino ayer y antes de ayer a batir cosas. Nuevas, de vos. Acerca tuyo. Por ejemplo: ¿es cierto que tenés una familia en San Antonio de Padua?
Tardó en contestar.
- Sí –dijo.
- ¿Con dos pibes?
Afirmó con la cabeza, sin hablar, como si el tema le diera vergüenza. Sacó un paquete de Marlboro, lo taqueó y agarró un cigarro entre los labios. Volvió a guardar el paquete sin convidarme.
- Es cierto –dijo, al fin.
- ¿Y cuándo la tuviste, si yo te vi todo el tiempo? Si estuviste treinta años conmigo.
- Me ves solamente cuando escabiamos.
Encendió su cigarrillo con el Cricket que le había visto antes al pendejo.
- ¿Y qué hay de cierto de eso que le andás quitando muertos a la gente?
Hizo que sí con la cabeza.
- ¿Es verdad? –insistí.
- Es un laburo como cualquier otro –dijo.
- ¿Muertos que se ven?
- Yo, al menos, los veo –dio una larga pitada.
- ¿Y te pagan por eso?
- No me puedo quejar.
- ¿Y es cierto que yo tengo pegado uno?
Que no me hubiera convidado un cigarro era la peor de las señales. Hice un revólver con los dedos de la mano derecha y le apunté al pecho. “Pum”, dije. Traté de sonreír para bajar la gravedad de la pregunta. Apoyé la botella en el piso, algo que jamás había pasado antes con líquido adentro. Una botella abierta, en la esquina, va de mano en mano. Es ley.
- Sí –dijo.
Le dio una segunda pitada a su Marlboro. La mano me empezó a temblar. Por las dudas toqué el Testamento de las hojas arrancadas, que siempre llevaba en el bolsillo de atrás del vaquero.
- ¿Y quién es?
El Susto puso cara de pedir perdón.
- El pendejo –dijo.

 



Ya entendí al cerebro de todas, le falta oxígeno !


 


Me he transformado en una ahuyentadomingos inevitable. Estamos haciendo galletitas, este blog no da recetas, da pistas. Nadie quiere volver mañana, y eso es lo más grave que nos pasa ? si, a Pipa la de 7 años la persigue una pandilla liderada por una coreana "Aylin Lium", es genial. No tengo nada contra los coreanos, si contra Aylin Lium. 

Mientras almorzábamos me preguntó que significaba amenazar, le di un ejemplo fácil : sino comés toda la comida no te hago las galles. Por qué preguntas ? silencio - ah - y siguió, mama sabés que Aylin me dijo que si me pasaba a su grupo me daba dos pesos ?. Sin ninguna duda acá hay coreana encerrada, mafia.  Rápida como los bomberos le dio un consejo : Pipa por menos de 100 dólares blue no agarres.

 Para el resto de la familia, los fines de semana no alcanzan para compensar toda una semana ni por asomo. Seguro que es porque nos falta oxígeno en el cerebro. Hoy leí en el diario que para que el cerebro no se deteriore, necesita mucho oxígeno. Creí que con respirar más seguido le solucionábamos la vida al cerebro, pero no, ahí nomás me arrebataron la poca autoestima que me quedaba.

 Resulta que para que el cerebro tenga más oxígeno hay que hacer 30 minutos de actividad aeróbica todos los días. Una pavada. Eso nos pasa, tenemos miles de actividades a saber : transar con Aylin Lium para sobrevivir todos los días en el colegio. Aprender a poner tildes cuando escribo con Agus al lado. No decirle Pipa a Caro, no decirle Agustina a  Agus.  Revisar si los expedientes están en condiciones de que los Camaristas dicten sentencia, si las apelaciones fueron bien concedidas. Darle plata a Susi para las compras de la Sala, llamar a intendencia para que le arreglen la lámpara a Juan Manuel, el prosecretario letrado. Hablar con un señor - pocas luces, literal - (menos que la que encendía la lámpara), cara de nada, medio gordito y explicarle como dijo Juan Manuel : que ya probó la lamparita, y no es, que hizo lo propio con enchufe, y tomacorriente, que para él es la lámpara, que el Sr. electricista- de la intendencia de la Cámara Civil - me conteste como si nunca hubiese hablado : que primero empecemos por la lamparita, consigue otra y la trae.

 Llega Juan Manuel, le cuento, se ríe no lo puede creer. Vuelve el gordito, ahora le habla Juan, parece que es hombre, le presta más atención cuando le cuenta lo mismo que le dije yo. Tiene dignidad el gordito, le confiesa que todo eso yo se lo había adelantado. Se lleva toda la lámpara. Todas con piojos otra vez. Mañana tengo dentista. Agus necesita ropa para jugar al tenis cuando hace frío. Martes y Jueves complicados, Miércoles dificilísimo. A veces los viernes también.

 Ya entendí, tenemos muchas actividades pero no aeróbicas 30 minutos, el cerebro está deteriorado, y para colmo yo me creo que hacer galletitas un domingo es un conjuro contra los lunes. ERROR, dice la nota "evitar las grasas malas (trans y saturadas) que se hallan en la manteca", casi el 90 % del contenido de las galletitas. Ah y sépanlo, el 90 % del cerebro está compuesto por agua, entonces la ingesta (dice ingesta) de líquidos es más que necesaria. Todo esto que nos pasa es porque nos falta un montón de oxígeno en el cerebro, sepultado bajo capas de galletitas domingueras. Buenas Noches.





Cuentos de Hadas suburbanas . Todos los derechos reservados. © /Desarrollo: Maira Gall / Ilustraciones: Lau Rolfo